Hacia las once de la mañana, media docena de afectados por la quiebra de la entidad Eurobank presentes en el salón de loterías comenzaron a lanzar octavillas en las que se leía "no somos inversores, sino ahorradores. Y en cuestión de unos meses, con la permisibidad del Banco de España nos han robado", al tiempo que gritaban "¡El Gordo, nos ha tocado el Gordo!".

Con este gesto pretendían denunciar que hay muchos afectados a los que sólo les han devuelto 20.000 euros de lo que habían ahorrado, tras la crisis de la entidad en agosto.

La actuación provocó la perplejidad de los niños de San Ildefonso y los abucheos de las casi 400 personas que abarrotaban el recinto, que reprochaban que ese no era el marco para una protesta.

Minutos después, los guardas de seguridad les localizaban y les obligaban a abandonar el salón. Con todo, se marcharon con el convencimiento de que habían logrado su propósito, que no era otro que conseguir que su protesta tuviese un amplio eco, cuestión asegurada ayer en el salón de loterías, donde había un total de 375 periodistas acreditados. Fue el único incidente reseñable del sorteo.