alquileres falsos de viviendas, es decir, publicidad engañosa en la que se solicita un pago previo, y en última instancia la víctima se percata de que el anunciante no es propietario de la vivienda, con la consiguiente pérdida de la cantidad abonada.

compras de todo tipo de objetos, donde la parte compradora abona el precio pero no recibe el pedido.