Isabel María Cantero es licenciada en Derecho y desde que terminó la carrera se ha dedicado a preparase unas oposiciones porque suponen una garantía de futuro. La convocatoria anterior también se presentó a la misma prueba a la que lo hacía ayer en Cáceres, auxiliar administrativo de la Junta de Extremadura, y no le fue nada mal. Está trabajando como interina y esta vez viene a por la plaza. Para ello ha dedicado hasta ocho y nueve horas diarias a estudiar el temario de estas pruebas, cuatro o cinco desde que está trabajando; pero lo importante es que no piensa desistir de su objetivo.

Tiene 30 años y ha trabajado algunos meses también cuidando a niños o de teleoperadora por lo que sabe lo complicado que está conseguir un empleo, más en la actualidad. Ella, como el resto de los consultados, se queja de que este año está algo más difícil llegar a obtener alguna de las 197 plazas de funcionario que ansían más de 11.000 extremeños. "Hay más gente que quiere lo mismo que tú y menos posibilidades". Bastantes menos. La primera vez que se presentó a esta misma prueba, en la convocatoria del 2006, se ofertaban más de 300 puestos, en esta ocasión solo hay 156 plazas en el turno libre. Pero "la esperanza es lo último que se pierde, estoy bastante animada y vengo a por la plaza, aunque sé que la gran mayoría de gente viene preparada".

Como su compañero opositor Jorge Molero, la cacereña Isabel María ha optado a una categoría, la de auxiliar, inferior a su formación que solo requiere disponer del graduado escolar . "Así tengo más posibilidades, ya habrá tiempo de ir subiendo", argumenta minutos antes de enfrentarse a su futuro.