El sector vacuno "está atravesando una crisis superior a la que vivimos hace unos años por culpa de la enfermedad de las vacas locas". Así lo asegura el ganadero José Miguel Jiménez, propietario de poco más de medio centenar de reses productoras de carne, en la localidad cacereña de Guijo de Santa Bárbara.

Entre los factores que han desencadenado la problemática que acucia en estos momentos las economías de los ganaderos de vacuno, Jiménez considera los más importantes la espectacular subida que han experimentado los precios de los distintos piensos en los últimos tiempos, los problemas derivados del mal de la lengua azul "y el descuento que nos hicieron el año pasado en las ayudas que recibimos". Por lo que respecta a la subida del precio de los piensos, el ganadero guijeño la cifra en torno a 20 céntimos de euro por kilo, situándose en la actualidad el coste de cada kilo de alimento para los animales alrededor de los 30 céntimos.

Si a todo esto unimos las dificultades que conlleva mantener el ganado en una zona "especialmente desfavorecida, como es esta de montaña en la que nos encontramos, a veces te dan ganas de tirar la toalla. ¿Pero a qué te dedicas? Si ya tengo 36 años y me he criado con esto..." Además, en el otro lado de la balanza se encuentra el hecho de que tanto su abuelo como su padre "también se dedicaron a esto, por lo que podríamos decir que yo nací entre ellas".

Pérdidas insoportables

No obstante, José Miguel Jiménez, dice que si los mercados de la carne no se mueven pronto al alza, "llegará un momento en que no podremos soportar las pérdidas"", ya que en estos momentos "nadie compra", en parte debido a las restricciones que pesan sobre el desplazamiento de ganado de una comunidad autónoma a otra. a causa de la lengua azul. En torno a este tema añadió que "nos dicen que hay que vacunar, pero a las 24 horas vienen con otra cosa nueva".

Por otro lado, Jiménez reconoce que cuando "las cosas vienen mal, nos afectan a todos", pero de forma más acentuada "a aquellos productores que tenemos pocos animales".

Cuando el ganadero guijeño atendió a este diario se encontraba en plena sierra de Jaranda, soportando la intensa borrasca que azotó la zona hace dos semanas. "Aquí, en la montaña, estaremos hasta que el invierno ataque con más virulencia y tengamos que llevar el ganado a terrenos llanos", situados en varios términos municipales de la comarca del Campo Arañuelo.

En esta zona permanecerán hasta que llegue la festividad de San Juan, en la segunda quincena de junio, cuando volverán a subir a los agostaderos serranos, protagonizando una minitrashumancia que se repite año tras año, desde tiempo inmemorial, y en torno a la cual el Ayuntamiento de Guijo de Santa Bárbara tiene intención de consolidar una jornada lúdico-festiva de acercamiento a la vida pastoril, relacionada con el ganado vacuno. En cambio, la situación del sector es la que parece no estar para muchas celebraciones.