En el análisis de estrategias para mejorar la competitividad de las empresas extremeñas se apunta, como primer factor, la constatación de que el 99,99% de ellas son pymes, según el criterio de la UE, lo que obliga a contar con otras sociedades para afrontar el mercado.

A partir de ahí, se marcan objetivos para ir consolidando el tejido empresarial, que pasan, en un primer aspecto, por el incremento de los ingresos un 9% en el 2004 y medio punto más durante el ejercicio siguiente, actuando sobre variables como la integración en redes para operar en mercados más amplios, la innovación y la mejora de la organización. Al tiempo, se trataría de desarrollar las tecnologías precisas para reducir los gastos, de manera que se incrementen, como meta, un 0,24% menos que los ingresos.

Ambas estrategias permitirían afrontar el tercer paso, el de la modernización de estructuras, para lo que se deben incrementar las inversiones entre el 10,5% y el 11%. También es recomendable para el logro de estos objetivos que el cobro a deudores no vaya más allá de los 83 días el próximo año, y un día menos en el 2005. Estas dos actuaciones van ligadas a la necesidad de lograr un equilibrio financiero en la empresa, que pasa por la retención de beneficios en torno al 96%, con el fin de financiar el crecimiento.

Ingresos por empleado

La actuación en estas y otras variables, como puede ser la disminución del peso de los gastos de personal y el incremento del valor añadido, dibujaría un panorama en el que los ingresos por empleado pasarían de los 127.000 euros de media en el 2003 a los 142.000 en el 2005, lo que supone un incremento del 12%, que incidiría en un crecimiento similar del valor añadido por trabajador. Mientras, el coste medio del empleo evolucionaría desde los 15.600 euros de este año a los 17.200 del 2005, es decir, en torno al 10%. La diferencia de dos puntos entre el coste del empleo y el valor añadido marcaría el incremento de la productividad.

Estas estrategias están basadas en un diagnóstico de situación que presenta luces y sombras. Del lado positivo, las empresas extremeñas han tenido incremento de ingresos, y, lo que es más relevante, un crecimiento aún mayor del valor añadido, lo que apunta a un mejor control de costes. Del lado negativo, se reduce la rentabilidad y los resultados, mientras el incremento de la productividad es aún insuficiente.

Por lo que se refiere a los sistemas productivos, el estudio resalta también la importancia de su soporte en las materias primas propias, la reorientación, todavía lenta, hacia la creación de valor, y el surgimiento de actividades competitivas en mercados internacionales. Otro factor a tener en cuenta es el de la localización, con amplias posibilidades de cooperación con Portugal.