El esperado comunicado de alto el fuego de ETA se produjo ayer en unos términos tan decepcionantes que ni siquiera colmaron las expectativas creadas por la izquierda aberzale, que presionó a la banda para lograr una tregua definitiva y verificable internacionalmente. El texto, leído en euskera por una etarra en un vídeo enviado a la BBC, se limita a hacer público que ETA tomó "hace algunos meses la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas" con el objetivo de abrir "un proceso democrático" de "negociación y diálogo", pero no precisa si la decisión de no matar será temporal, ni bajo qué condiciones y deja, incluso, abierta la posibilidad de seguir con las extorsiones y otras actividades terroristas.

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Tras unas horas de conversaciones telefónicas con todos los partidos parlamentarios y de consultas con los responsables de la lucha antiterrorista, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, optó por no contestar a la banda terrorista con otro comunicado o una conferencia de prensa, y así evitar dar al gesto de los etarras "una relevancia que no tiene", según indicaron fuentes del Ejecutivo. La respuesta se dejó en manos del consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, quien dejó claro que el comunicado es insuficiente para que la izquierda aberzale "vuelva a la política" y aseguró que los gobiernos vasco y español y la policía "no están en tregua", y que lucharán "con decisión contra ETA".

EXTREMA DEBILIDAD El comunicado llega en un momento de debilidad para ETA. En tres años, su cúpula ha sido descabezada seis veces y 68 de sus miembros han sido detenidos. La manera en que ETA lo ha lanzado a la opinión pública no es nueva.

Un vídeo con tres encapuchados rodeados de la habitual simbologíay un texto leído por una voz femenina, probablemente Iratxe Sorzabal o Izaskun Lesaka, las dos mujeres que encabezan la banda desde que cayeron los dirigentes de más peso. Interior desconoce hasta qué punto controlan ambas la organización, por lo que tampoco sabía ayer si el anuncio corresponde a una decisión de toda la banda. No descarta, incluso, la hipótesis, de que alguno decida en cualquier momento reventar la supuesta tregua. La decisión del presidente del Gobierno es no volver a hablar hasta que ETA entregue las armas.

MEJOR NO HACER HIPOTESIS El Ejecutivo es consciente de que la información de que dispone sobre la situación actual de la banda es poco fiable --se enteró del comunicado por la BBC, como el resto de ciudadanos--, por lo que no conviene aventurar ninguna hipótesis de futuro, pero sí mantenerse en la idea de no volver a hablar hasta que ETA entregue las armas.

El único temor que albergaba el Gobierno era la actitud que pudiera adoptar el PNV en un momento muy delicado en el que en sus manos está la aprobación de los presupuestos del próximo año y el futuro de la legislatura. Pero los nacionalistas vascos, después de reunir a su cúpula, señalaron en una respuesta de urgencia que ±no es el comunicado que ETA debe a la sociedad vasca ni el que esta esperabaO.

El objetivo de mantener una postura unitaria frente al terrorismo tras el anuncio de los etarras se consiguió. Todos los partidos, desde IU al PP, coincidieron en considerar, como mínimo, insuficiente el paso dado por la banda armada. La pelota queda de nuevo en el tejado de los aberzales. Pese a no colmar sus expectativas, cuatro dirigentes de la ilegalizada Batasuna leyeron un comunicado en el que consideran el mensaje de ETA "una aportación incuestionable para la paz".