ETA quiso estar presente en la jornada de constitución de los ayuntamientos, en la que Batasuna ha quedado excluida por primera vez. La banda terrorista colocó un coche bomba en Bilbao, que logró ser desactivado por la Ertzaintza. El atentado frustrado y los incidentes protagonizados por los herederos de Batasuna, sobre todo en Guipúzcoa, empañaron la celebración de las sesiones plenarias.

Los terroristas avisaron al diario Gara de que, a las 11 de la mañana, estallaría un coche bomba junto a las oficinas de la Hacienda Foral, en la feria de muestras de Bilbao. La zona fue desalojada. Medio millar de jóvenes se enfrentaban a un examen de inglés en el edificio donde tiene su sede Antena 3 y todos, junto con empleados y clientes de la estación de autobuses, tuvieron que abandonar el área. Parte de los enfermos del Hospital de Basurto también fueron desalojados de las habitaciones más expuestas a la posible deflagración.

DESACTIVACION

Efectivamente, había un Renault 19 con explosivos. Los artificieros desactivaron la olla con 30 kilos de cloratita y Titadine, tarea que se alargó por espacio de dos horas. La operación se desarrolló sin provocar daños. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (PNV), se acercó al lugar tras ser investido con la mayoría absoluta que le dio el apoyo de IU. Odón Elorza (PSE) y Alfonso Alonso (PP) vieron también ratificada su continuidad en San Sebastián y Vitoria.

La relativa calma con la que se celebraron los plenos en las capitales contrastó con la bronca en otros ayuntamientos por la actuación de los seguidores de AuB, la plataforma heredera de Batasuna ilegalizada por los jueces. La tensión provocó que las corporaciones de Hernani, Usurbil Ibarra y Pasaia tomaran posesión en la sede de la Diputación.

En Andoain, los radicales intentaron boicotear al nuevo alcalde, el socialista José Antonio Pérez Gabarian, que pronunció su discurso y recordó a los asesinados en el municipio, José Luis López de La Calle y Joseba Pagazaurtundua, entre un griterío plagado de insultos. También en Arrasate y Oiartzun, gobernados hasta ahora por Batasuna, hubo enfrentamientos.

A pesar de los múltiples incidentes, registrados también en localidades de Alava --como Amurrio y Llodio--, y de Vizcaya, sólo hubo cinco detenciones en San Sebastián, como la del parlamentario de Sozialista Abertzaleak Joseba Alvarez.

Los incidentes, aunque menores, se reprodujeron en Navarra. Los socialistas se hicieron con alcaldías como las de Estella, Tafalla o Sangüesa con el apoyo de los nacionalistas, a pesar de que la dirección del PSOE había reclamado que no lo aceptaran.