Con cinco artefactos de escasa potencia, ETA logró ayer su objetivo de bloquear las salidas de Madrid, en pleno inicio del puente de la Constitución. Las cinco bombas estallaron de forma simultánea en gasolineras ubicadas en las carreteras del cinturón, sin causar heridos, salvo dos agentes que resultaron afectados en los tímpanos. La reaparición de la banda se produce 19 días después de la propuesta de paz de Batasuna y tras la caída de sus máximos dirigentes en Francia.

Un comunicante anónimo anunció a las 17.30 horas al diario Gara que, una hora más tarde, iban a estallar cinco bombas en sendas gasolineras de Madrid, cuya relación aportó. La policía tuvo tiempo de desalojarlas. Ello, y la escasa potencia de los artefactos, hizo que no hubiera que lamentar víctimas. De hecho, el último crimen etarra fue en mayo del 2003, en Sangüesa (Navarra), donde fueron asesinados dos policías. En este año, ETA ha cometido 21 atentados sin causar víctimas.

A la hora indicada por la llamada de ETA, explotaron las bombas: una, escondida en una caseta en la gasolinera situada junto a la subestación eléctrica de la Casa de Campo (carretera de Extremadura), otra en un contenedor de una estación de Colmenar Viejo, otra en el Campus de Vallecas (carretera de Valencia) que estaba entre unos matorrales, una cuarta junto al hipódromo (carretera de A Coruña) y la quinta en el kilómetro 6 de la A-45 (carretera de Toledo), oculta en un contenedor.

SIN INFRAESTRUCTURA Pese al despliegue, el Ministerio del Interior descartó que ETA cuente con infraestructura estable en la capital. Hacía dos años que la banda no atentaba en Madrid.

El corte de todas esas vías durante casi una hora provocó un caos circulatorio notable. El atasco duró un par de horas, ya que los madrileños atendieron al llamamiento de las autoridades y aplazaron el inicio de sus desplazamientos unas horas.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, pidió calma a los ciudadanos y que disfruten de los días de fiesta "con normalidad". También felicitó a las Fuerzas de Seguridad por haber "neutralizado" una situación de riesgo en un tiempo mínimo. Alonso atribuyó la autoría del atentado a ETA "por la reivindicación, por la llamada al diario Gara , por el canal de expresión y por la secuencia de los hechos".

LLAMADA A RAJOY En el plano político, el ministro del Interior también desveló que, tras las explosiones, había llamado al líder de la oposición, Mariano Rajoy, que le ofreció todo su apoyo. Por ello, reiteró que el Gobierno lucha contra el terrorismo desde la unidad de los demócratas y señaló que no va a "retroceder ni un milímetro" en esa lucha. Alonso se negó a hacer una "lectura política" del atentado. Pero fuentes de la lucha antiterrorista apuntaron ayer a Vasco Press que ETA trata de tomar la iniciativa tras los golpes sufridos y emprender una estrategia de presión al PSOE. En octubre, fue detenido el jefe de ETA, Mikel Antza . Esas fuentes recuerdan que en los últimos meses han sido atacadas muchas sedes del PSE.

El PSOE condenó ayer los atentados e insistió en que "ETA debe saber que nunca conseguirá ningún rédito político a través de la violencia". Fuentes de la izquierda aberzale apuntaron que la organización etarra está barajando la posibilidad de declarar una tregua y que busca una salida para sus presos. Su objetivo, según esas fuentes, es que tras las elecciones vascas, un pacto entre el PNV y el PSE propicie la negociación entre ETA y el Gobierno del PSOE.

La propuesta lanzada por Batasuna en noviembre propugna la "vía pacífica y democrática" y relega el papel de ETA a la negociación sobre "los presos y las armas". Unos días después, sin embargo, la banda advirtió de que iba a seguir atentando.

La mayoría de fuerzas políticas incidió en que Batasuna condene los atentados. El Gobierno vasco dijo que dejan "en evidencia" a la formación ilegalizada.

En las filas del PP, Angel Acebes se limitó a pedir la unidad de los demócratas.