ETA sigue anclada en el siglo pasado. El comunicado que difundió a través de los diarios vascos Gara y Berria para anunciar el final del alto el fuego recupera el perfil más intransigente de la banda, que se adjudica el papel de guía en la misión de lograr un Estado independiente.

Esta vez, ETA ignora el medido lenguaje que empleó en marzo del 2006 para anunciar su tregua. Si hace 15 meses justificaba su decisión como forma de impulsar un "proceso democrático" que mediante el "diálogo, la negociación y el acuerdo" lograra el cambio político, ahora sentencia cuál debe ser el final del camino y la forma de llegar a él a través de "un marco" que integre a Navarra, Alava, Vizcaya y Guipúzcoa y otro que englobe al País Vasco francés.

El implícito reconocimiento de la pluralidad política vasca que recogía el comunicado de ETA del marzo del 2006 se torna ahora en un significativo ataque contra José Luis Rodríguez Zapatero y dirigentes del PNV. Al primero le acusa de fascista y a los segundos de traidores.

CRITICAS A IMAZ ETA refleja en su texto las criticas que dirigentes de la izquierda aberzale han vertido en los últimos meses contra la dirección peneuvista, y especialmente contra el presidente, Josu Jon Imaz, y el portavoz Iñigo Urkullu. Incluso usa la expresión de Imaz cuando defendió que los nacionalistas deben "seducir" a España y dice que el PNV ha "seducido a los responsables de la represión".

También las apelaciones a la colaboración de "todos los agentes" para conseguir el éxito en la ruta que se iniciaba hace 15 meses se transforma ahora en una diana contra todos. Lo dice claramente al confirmar su decisión de actuar en "todos los frentes", llámense policías, empresarios, políticos, cargos electos, funcionarios de prisiones o periodistas.

LA JUSTICIA, SEÑALADA Además, y especialmente, señala a la "justicia española". Dice que esta justicia ha dejado fuera de las elecciones a la izquierda aberzale, a la que llama "principal activo del proceso", aunque de hecho, relega su papel al de acompañante de los postulados que marca la banda.

Sin mención alguna al atentado en Barajas, ETA deja clara su intención de proseguir en el uso de la violencia en tanto no logre "la autodeterminación".

En otra muestra de irrealidad, dice que el pueblo vasco es "agredido con las armas", y si en el 2006 apuntó que la superación del "conflicto" era posible, ahora pide rebelión contra la "corrompida" democracia.