"Los esfuerzos de la Agencia Tributaria deberían consistir en poner coto a aquellos que trabajan en la economía sumergida, que no tributan a Hacienda ni cotizan a la Seguridad Social y que suponen una fuerte competencia desleal para los trabajadores autónomos". Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) lamentó el pasado viernes que el organismo recaudador centre sus objetivos "en lastrar aún" más a este colectivo de profesionales que es "el gran olvidado y que está sufriendo con especial crudeza los efectos de la crisis".

Amor hizo estas declaraciones después de que la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) denunciase un "desmedido afán" recaudatorio de la Agencia Tributaria al exigirles mayor presión sobre los contribuyentes con el único objetivo de aumentar la deuda recaudada. El secretario general del IHE, Francisco de la Torre, criticó el "desproporcionado" aumento de objetivos (del 15%, dijo) impuestos a los equipos de inspección para el año 2010.

La Agencia Tributaria contestó que los objetivos que exige a los inspectores de Hacienda para este año están en línea con lo realizado en el 2009, "incluso algo por debajo". Igualmente, señaló que su objetivo "irrenunciable" es aumentar la presión sobre los defraudadores, sobre aquellos que incumplen con sus obligaciones tributarias, y conseguir que paguen lo que deben. Además, aseguró que todavía hay margen para incrementar la eficacia en la lucha contra el fraude mediante el uso de nuevas tecnologías y de un mejor análisis del riesgo fiscal, junto con una mejora en los métodos de trabajo.