El exceso de velocidad se confirma como causa oficial del accidente de autobús que tuvo lugar a las cuatro de la tarde del miércoles en una rotonda de la localidad cacereña de Miajadas y en el que perdieron la vida dos chicas de 21 y 24 años de Villanueva de la Serena, Cristina Diestro García y Susana Alarcón Rodrigo, y un vecino de Madrigalejo de 68 años, Antonio Moreno Moreno.

Así lo indicaron ayer a este diario fuentes cercanas a la investigación y lo confirmó la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, quien señaló que, a través de las primeras pesquisas, "se ha comprobado que hubo una velocidad inadecuada, que el autobús circulaba a una velocidad excesiva para una glorieta".

Y añadió que los trabajos policiales y técnicos, que siguen abiertos y se prevén largos y complicados, se centran ahora en tratar de determinar qué fue lo que motivó ese exceso de velocidad. De lo que se trata, señaló Pereira, es de "determinar si se debió a un fallo humano o bien a un fallo técnico, que es lo que mantiene el conductor del autobús", Antonio L. M., de 63 años. Según las fuentes cercanas a la investigación consultadas por EL PERIODICO, en su declaración ante la Guardia Civil, la única que ha prestado hasta ahora, el conductor mantuvo que los frenos no funcionaron, que antes de producirse el accidente tuvo problemas con los frenos del vehículo.

Pero esto será algo que habrán de determinar los técnicos que trabajan ya en la inspección del vehículo, reconstrucción del accidente y demás pruebas técnicas, "algo que se está haciendo con total rigor y mucha cautela" dijo Pereira. No hay que olvidar que en el caso de que se determine que las causas del accidente obedecieron a un error humano, al conductor del autocar se le podría detener --lo que todavía no ha ocurrido-- e imputar judicialmente como presunto autor de tres delitos de homicidio por imprudencia grave.

REVISIONES SUPERADAS Antonio Reseco, el responsable de la empresa Tranex a la que pertenecía el autobús siniestrado, explicó ayer a este diario que aún no ha podido hablar con el conductor sobre este suceso. "Su esposa me ha dicho que se encuentra muy afectado y bajo sedación. Tras el accidente fue él quien me llamó y me dijo que no sabía exactamente qué había pasado". Reseco se mostró escéptico sobre la posibilidad de que el origen esté un problema en los frenos. "El vehículo estaba en perfectas condiciones. Ha superado todas las inspecciones realizadas cada seis meses, la última en enero. Ahora en julio tenía la próxima, pero estaba perfecto. Nosotros lo revisamos completamente cada semana", aseguró.

Aunque el Juzgado de Instrucción número 2 de Trujillo ya ha abierto diligencias sobre este suceso al tratarse de un accidente con tres fallecidos (muertes violentas), por el momento no existe causa judicial contra nadie, "pues de hecho no hay aún ningún detenido", señalaron fuentes jurídicas. En el Juzgado se esperaba ayer la información policial sobre este hecho, algo sobre lo que la delegada del Gobierno manifestó a última hora de la mañana que "se acaba de enviar a la autoridad judicial el atestado sobre el accidente y los primeros resultados de la investigación".

El responsable de Tranex también explicó que el vehículo, con 11 años de antigüedad, fue equipado el año pasado con cinturones de seguridad en todos sus asientos. "Sin embargo, según la información que tenemos, parece que solo uno de los viajeros lo llevaba puesto en el momento del accidente. Era una mujer y solo sufrió un golpe en la nariz. Es una lástima, porque si todos lo hubiesen utilizado tal vez se habría evitado esta tragedia", señaló Antonio Reseco.

La delegada del Gobierno también hizo referencia a este asunto y realizó un llamamiento a todos los conductores para que extremen su atención y prudencia en la carretera. Así, recomendó el uso del cinturón de seguridad en todo tipo de vehículos: "quizás no son obligatorios en algunos, pero sí muy necesarios".