La expareja sentimental de José Lavandera Villazón, alias Lavandero , el confidente que alertó en el 2001 a la Guardia Civil sobre la existencia en Asturias de una red ilegal de tráfico de explosivos, apareció ayer ahogada en la playa de San Lorenzo, en Gijón, lo que provocó un revuelo considerable en la ciudad asturiana.

La brasileña Elisángela B. G., de 22 años, y Lavandero se conocieron en un local de alterne de Gijón en el que trabajaban. El confidente avisó en el 2001 de que José Emilio Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro, en prisión como presuntos suministradores del explosivo con que se cometieron los atentados del 11-M, disponían de una gran cantidad de dinamita, que pretendían vender, y que buscaban a alguien que supiera accionar bombas a través de móviles. El responsable de la comandancia de la Guardia Civil de Gijón, José Antonio Rodríguez Bolinaga, fue destituido hace unas semanas, ya que no entregó al juez una cinta que llegó a sus manos en agosto del 2001 y en la que Lavandero denunciaba la trama asturiana del explosivo.