El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), organismo que reúne a 38 sociedades científicas y médicas, considera la proliferación de marcas de tabaco de bajo coste (menos de 1,7 euros) una "maniobra de la industria tabacalera, dirigida a captar niños y adolescentes, que se ampara en un vacío legal". El presidente de la entidad, Rodrigo Córdoba, reclama la intervención del Gobierno para que fije un precio mínimo del tabaco en torno a los tres euros la cajetilla, como consideran otros países europeos.

Por su parte, los estanqueros extremeños sostienen que el bomm del tabaco barato no ha captado nuevos clientes, sino que ha provocado "que se trasladen a las marcas baratas", lo que ha reducido considerablemente los ingresos del sector, como asegura el vicepresidente de la Asociación de Estanqueros de Badajoz, Manuel Rivera.

La legislación española actual permite la venta de estos productos al precio que cada empresa estime oportuno, en aras de la libre competencia. Datos de la industria corroboran el auge de los pitillos baratos en España desde enero. En lo que va de año la venta de estos cigarrillos se ha disparado en más de un 50%, hasta suponer el 13,2% de la facturación del sector.

Asimismo, en un año, el número de marcas de bajo precio se ha triplicado. Mediante esta estrategia, los españoles ya han comprado 57,6 millones de cajetillas, 1.153 millones de cigarrillos más que en el mismo periodo del año pasado.

El CNPT calcula que la industria necesita incorporar en España 500 nuevos fumadores al día para cubrir las bajas de los que mueren y los que dejan el hábito. "El bajo precio es la forma de captar clientes a largo plazo entre los menores, que serán fumadores durante 40 años. Aunque de momento no les sea rentable", denuncia Córdoba.

Para Angeles Planchuelo, presidenta de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET), la venta de cigarrillos baratos facilita que los jóvenes puedan adquirir más fácilmente el hábito, un aumento del consumo y una disminución en la edad de inicio, una media que en Extremadura es de 13 años.

Los estudios de las sociedades científicas apuntan que los nuevos fumadores pertenecen a las clases sociales más desfavorecidas. "Es cierto que las personas con un menor poder adquisitivo, los jóvenes principalmente, se han decantado por el tabaco barato, porque en vez de pagar tres euros ahora pagan uno. Pero los que tienen dinero y mucha gente de mayor edad permanecen fieles a su marca de toda la vida", comenta Rivera.

PETICION DE ANALISIS Los médicos sospechan que la calidad de este producto es ínfima y que será más tóxico y dañino para la salud. Piden al Ministerio de Sanidad que les obligue a hacer un análisis de los ingredientes de estas marcas y que se hagan públicos y se controlen. Por su parte, los estanqueros extremeños inciden en que "eso es muy relativo" y que los clientes terminan acostumbrándose al sabor de la marca que empiezan a fumar.

En cuanto a las transformadoras de tabaco de la región, han asegurado a este diario que el incremento en la venta de cajetillas baratas no incidirá en la cantidad de tabaco a comprar o transformar, ya que "la cantidad del tabaco que se va a transformar es la que se produce, y la que se produce todavía no está decidida porque va a depender del desacoplamiento".

Además, insisten en que a la cantidad de tabaco que se produce en España no le va a afectar, porque muchas de estas marcas son importadas.

El CNPT, que esta semana celebrará una asamblea en Salamanca, reiterará al Ministerio de Economía y Hacienda que suba el precio del tabaco un 15% y que lo excluya de los cálculos del Indice de Precios al Consumo.