José Oriola, a los 81 años, no pierde su amor por los coches. Conduce desde el año 1941 y su afición le llevó a ser un coleccionista de peso. Oriola, a su edad, es capaz de recorrer 1.800 kilómetros cruzando los Pirineos en un tour dedicado a los coches clásicos.

En los 62 años que lleva como automovilista, Oriola se jacta de que jamás ha necesitado la ayuda de una grúa. Todos los días, a bordo de su Audi 90, recorre 60 kilómetros para ir y volver hasta la empresa que ahora regenta su hijo. "Con los coches clásicos uno siempre conduce más tranquilo porque no se puede ir a más de 80 o 90 kilómetros por hora. Pero con el Audi llego hasta 140 porque con menos me dormiría. Con un vehículo así, a 120 uno no se entera que marcha", explica.

Oriola pisa fuerte, pero es muy precavido cuando se pone al volante. "Hoy en día veo auténticas barbaridades. Hay accidentes y muchas muertes porque se las están buscando". Otro ejemplo de conductor veterano y prudente es Juan Pablo Salietti. Cada vez que este hombre arranca su Seat Toledo y pone rumbo a Barcelona, no siente que sus 78 años sean un escollo. "Sé que voy rápido, pero conozco muy bien tanto el camino como mi coche. En cuanto llueve, bajo a 100 kilómetros por hora". Montserrat Serrat tiene 69 años y tiene el permiso de conducir desde hace 35. "Creo que ahora se conduce más o menos igual que antes, pero actualmente hay muchos más coches, por lo que se tiene que ir con mucho más cuidado para no tener accidentes".