Vienen más turistas que se quedan más noches. Suben las tarifas y, por tanto, el gasto medio por persona. La gran mayoría de las casas rurales y los hoteles de los destinos clave cuelgan el cartel de lleno total. Todo concentrado prácticamente en cuatro jornadas que se han convertido en una mina de oro para el sector. Suponen la temporada más alta (en porcentaje) de una región que pelea porque el turismo se convierta en una cantera de empleo. Pero a pesar de las buenas cifras que aportan los visitantes, la repercusión en el mercado laboral no despunta al mismo nivel y Extremadura vuelve a quedar a la cola del trabajo que se genera esta campaña.

Los datos regionales que se barajan de cara a esta Semana Santa ofrecen una perspectiva positiva. La comunidad batirá su propio récord atrayendo a más de 60.000 turistas, un 5% más que el pasado año (hubo 57.000), cuando ya se superó al periodo de 2015, que fue la mejor fecha del último lustro. Se sobrepasarán las 130.000 pernoctaciones (un 4% más que en 2016) y la estancia media del turista, uno de los grandes retos, llegará casi a las tres noches (la media anual es de 1,8).

Estas cifras significan casi el 100% de ocupación de jueves a domingo en las zonas rurales (sobre todo en el norte de Cáceres: la Vera, Ambroz, el Jerte, Gata...) y en los principales destinos urbanos (estando a la cabeza Cáceres y Mérida). La región ofrece en total 41.241 plazas para pernoctar repartidas entre 748 casas rurales, 454 hoteles y 196 alojamientos extrahoteleros (apartamentos, campings...).

Se espera también -otro de los desafíos- que se incrementen los entre 120 y 133 euros de media que gasta cada día cada visitante (principalmente por el incremento de los precios). «Es uno de los sectores que más está creciendo en Extremadura y tenemos que seguir apostando por él», insiste el director general de Turismo de la Junta de Extremadura, Francisco Martín. Y recuerda que supone entre el 5 y el 6% del PIB extremeño.

Cantera de trabajo / En esa apuesta va innata la creación de nuevos puestos de trabajo, ya que ya hay casi 24.000 cotizantes a la Seguridad Social relacionados con esta actividad económica.

Según las previsiones de Addeco (empresa especialista en recursos humanos), la región sumará 430 empleos extras esta Semana Santa, lo que supone un 7% más que en 2016. El sector celebra la subida, pero la cifra resulta inferior a la media nacional, es más, la comunidad será la que menos contratos firme esta campaña. Por provincias, Cáceres liderará con 250 puestos y un incremento del 8% interanual. En Badajoz serán 180 y un aumento del 5%.

Donde más surgen las oportunidades es hostelería y restauración. «En este sentido es muy importante subrayar que no se trata sólo de hoteles y casas rurales, sino que existen 11.648 empresas en el área de restauración que se ven igualmente beneficiadas por la afluencia de turistas». Es en bares y restaurantes donde, principalmente, se hacen las nuevas contrataciones. Pero aquí vuelve a retumbar la voz de los sindicatos para denunciar que ese empleo que se genera es «precario» por dos motivos: nace como temporal (los últimos datos del INE reflejan que uno de cada cuatro puestos en Extremadura no duran más de siete días) y parcial (suelen ser de cuatro o cinco horas cada jornada). Por ello, desde UGT y CCOO Extremadura alertan del «peligro» de alimentar el mercado laboral con este modelo «que no permiten crecimiento real».

FIESTAS REGIONALES / Sin duda el buen tiempo que se vaticina y la coincidencia con la fiesta del cerezo en flor son dos claves fundamentales para lograr buenos resultados esta temporada. Pero además la región ofrece un amplio abanico que atrae distintos perfiles de viajeros. «Para quien viene buscando las tradiciones (las procesiones), hay que recordar que en el mes de abril se celebran 13 de las 48 fiestas regionales que tenemos (destaca la Semana Santa de Cáceres, la de Badajoz, Jerez de los Caballeros, Trujillo...)», subraya Francisco Martín.

La otra opción es el disfrute de la naturaleza (tiene un lugar privilegiado poder contemplar un despejado cielo de estrellas). En este sentido, el director general de Turismo asegura que los visitantes que vienen a la comunidad cada vez optan más por alojamientos rurales.

La presidenta de la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur), Victoria Bazaga, corrobora casi el 100% de ocupación de jueves a domingo: «Viernes y sábado son los días de oro, mientras que de lunes a miércoles las reservas rondan el 30%». Y añade: «Tengo claro que la mitad de los viajeros que tenemos ahora vienen a ver el cerezo en flor».

Bazaga aporta más datos: hay unas 21.000 plazas de alojamiento en el medio rural extremeño, la estancia media es de 2,27 noches y el gasto del turista oscila entre los 90 y los 100 euros.

Desde la recientemente creada Asociación Turismo Norte de Extremadura (Aturnex), su portavoz, Ignacio Lozano, subraya que al visitante también le mueven cada vez más actividades organizadas. Pone como ejemplo las rutas en vehículos de 4x4 por la sierra de Gata, los paseos a caballo, las guías de senderismo y opciones infantiles como la práctica de tirolina.

«Al fin y al cabo, lo que el visitante busca es el emoturismo, el que está basado en despertar las emociones, las vivencias, el buen sabor de boca. Y es lo que debemos seguir fomentando», concluye Francisco Martín, quien considera que la región tiene todos los elementos para seguir explotando el sector y convertirlo en una fructífera cantera de empleo.