En Extremadura se generan cada año más de 17.000 gigawatios hora de electricidad. O lo que es lo mismo, luz para cuatro millones de hogares. Pero el consumo interno de la región es mucho inferior. Apenas supone una cuarta parte de toda esa producción, por lo que el grueso de esa energía se destina a abastecer otras comunidades autónomas e, incluso, una parte cruza la frontera y alumbra las viviendas de miles de portugueses. Esto ha convertido a Extremadura en la región más solidaria en el ámbito energético, si se relaciona lo que produce, lo que demanda y lo que entrega al resto.

Lo cierto es que el sector eléctrico, al menos a nivel regional, vive un momento de poco sosiego. Primero fueron las incertidumbres generadas la semana pasada con la aprobación en el Senado de una enmienda que echaba por tierra la reciente regulación de las energías renovables --iniciativa finalmente rechazada por el Congreso--. Y el jueves la Junta de Extremadura puso la guinda al anunciar, en la presentación del proyecto de Presupuestos autonómicos del 2010, que triplicará el impuesto que pagan las empresas eléctricas instaladas en la comunidad. A esto hay que añadir que a nivel nacional existe un debate de calado político y económico sobre la energía nuclear, justo en el momento en el que el Consejo de Seguridad Nuclear está inspeccionando la Central de Almaraz para decidir si está preparada para seguir operando otros diez años más.

Lo cierto es que el eléctrico se ha convertido en un sector estratégico en Extremadura y, a la vez, sitúa a la región como pieza importante del sistema energético español. La comunidad autónoma no es, ni mucho menos, la que más electricidad produce en España. Ese logro corresponde a Cataluña, donde se generan cada año 41.000 gigawatios hora de electricidad --más del doble que Extremadura--. Y entre una y otra aparecen además Andalucía, Valencia, Aragón, las dos Castillas y Galicia. Sin embargo, a diferencia de territorios como el catalán, el andaluz o el valenciano, nuestra región es totalmente autosuficiente y tremendamente excedentaria. De hecho, no hay ninguna otra que alcance un porcentaje de producción tan elevado respecto a las necesidades internas de su población.

EXCEDENTARIAS Y DEFICITARIAS Extremadura genera cuatro veces más electricidad que la que consume. De los 17.000 gigawatios hora que salen al año de sus plantas energéticas --según datos de Red Eléctrica Española, el organismo regulador del sistema--, 4.900 son suficientes para suministrar electricidad a todos los hogares, empresas, administraciones y explotaciones agrícolas. El resto (75%) se incorpora al sistema eléctrico nacional y se reparten por todo el país.

Esa solidaridad no es una característica en exclusiva de nuestra comunidad. Ocurre lo mismo, aunque en proporciones menores, en Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia o La Rioja. Gracias a ellas las regiones más habitadas e industrializadas (Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana o País Vasco) pueden satisfacer su demanda.

Esta circunstancia ha sido citada en alguna ocasión durante los últimos meses como posible respuesta a la publicación y la utilización de las balanzas fiscales. Sin embargo, la Junta de Extremadura ha sido reacia a utilizarla como arma política."En España contribuyen las personas, no los territorios; por tanto, las balanzas energéticas no tienen sentido, como tampoco lo tienen las balanzas fiscales", ha argumentado el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro.

INTERCAMBIOS La electricidad no se puede almacenar en grandes cantidades. Por eso la práctica totalidad de la energía eléctrica que se produce se consume. Es más, el sistema programa la producción de las distintas plantas en función de la demanda que hay en cada momento del día. Luego la electricidad se distribuye por la red en un continuo intercambio entre territorios. Y no solo dentro del país, sino también con Francia, Portugal y Marruecos.

Red Eléctrica no difunde los datos sobre qué cantidades salen y entran de cada comunidad ni su origen y su destino. Pero sí ofrece información sobre los saldos de esos intercambios entre las comunidades más próximas. En este sentido, se puede comprobar como Madrid es la gran beneficiaria por el excedente extremeño, al recibir 6.041 gigawatios hora al año --suficiente para dar luz a más de un millón y medio de hogares--. A Andalucía se conducen 4.748 más de los que las instalaciones eléctricas andaluzas introducen en la comunidad, mientras que los intercambios con Portugal se cierran con una aportación extra extremeña 896 gigawatios horas anuales --según datos del 2008--. Para compensa este esfuerzo y permitir el envío de electricidad a Portugal y Andalucía, a Extremadura llegan cada año casi 900 gigawatios hora desde Castilla y León.