Uno de cada diez abortos voluntarios a los que se someten cada año las mujeres extremeñas corresponde a menores de 18 años. La cifra, que puede parecer baja, es el porcentaje más alto del país para este grupo de edad. Ante esta situación, los expertos, que hasta ahora catalogaban esta circunstancia como "problema de salud pública", ponen ahora el acento en las carencias que tienen las nuevas generaciones en lo que se refiere a educación sexual.

Solo durante el año 2006 hubo 1.186 extremeñas que se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo en alguno de los centros públicos o privados autorizados en España. De ellas, 110 eran menores de edad, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad. En términos absolutos y en comparación con el resto de comunidades autónomas, el guarismo no es de los más elevados del país. En Andalucía, por ejemplo, el número de casos de abortos de adolescentes llegó a 1.338. Sin embargo, en ninguna otra región española el porcentaje sobre el total de casos es tan alto --9,27% en Extremadura; mientras que la media nacional es del 5,8%--.

¿Dónde reside el problema? De momento, organismos como la Sociedad Española de Contracepción, la Federación de Planificación Familiar Estatal o incluso el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) apuntan hacia las lagunas existentes en formación sexual. "Lo venimos repitiendo año tras año y todavía no se ha abordado con la suficiente seriedad", advierte Ezequiel Pérez, presidente del primero de estos colectivos y que pide que se regule este tipo de información por ley. Es decir, pretende que se incluya dentro del currículum académico con mayor precisión.

Los expertos consideran que las cifras entre adolescentes son "realmente preocupantes", más si se tiene en cuenta que aproximadamente el 89% de los embarazos entre las españolas menores de edad no son deseados.

USO DE ANTICONCEPTIVOS En este sentido, basta echar un vistazo a los últimos datos del Ministerio de Sanidad para encontrar dónde puede estar una de las causas. Sólo el 12,7% de las adolescentes que reconoce tener relaciones sexuales utiliza algún método anticonceptivo. Asimismo, según la Encuesta sobre salud y hábitos sexuales 2003 , del Instituto Nacional de Estadística, cuatro de cada diez extremeños de entre 18 y 49 años manifiesta haber tenido su primera experiencia sexual antes de los 18 años (47% de los hombres y 30% de las mujeres) y una proporción similar admite no haber usado preservativo en su primera relación (47% de hombres y 38% de mujeres).

Las estadísticas publicadas por el ministerio la semana pasada también permiten encontrar otro dato que puede ser indicio de esa falta de formación que denuncian los expertos. Solo el 25% de quienes se sometieron en el 2006 a un aborto voluntario pasaron primero por algún centro de planificación familiar para ser asesoradas. Entre las que se abstuvieron de hacerlo destacan sobre todo las del grupo de edad de entre 15 y 25 años.

EL PERFIL Los datos del Ejecutivo central también permiten fijar un perfil de la mujer extremeña que se somete a una interrupción voluntaria del embarazo. En este sentido, el grueso se encuentra dentro del tramo de edad de entre 20 y 30 años (con 536 abortos), mientras que se registraron 236 casos de jóvenes que no habían cumplido aún la veintena --en cinco de ellos las chicas todavía no llegaban todavía a los 15--. Además, habitualmente se trata de féminas que residen en municipios medianos o grandes, de más de 10.000 habitantes --el 60% de los casos--; mayoritariamente con una formación básica --educación obligatoria o inferior--; trabajadoras, sobre todo por cuenta ajena --203 eran estudiantes--; sin hijos --aunque 510 ya habían tenido prole--; y que se encuentran ante su primer aborto. Eso sí, casi 300 de ellas ya habían pasado por este trance en alguna ocasión anterior --17 lo habían hecho tres o más veces--.