Junto con el incremento incesante de la oferta hotelera y residencial se ha disparado en el último decenio una nueva forma de viajar, en la que el deporte y el contacto con la naturaleza son el principal aliciente y en la que Extremadura no permanece al margen. Las administraciones clasifican a este subsector como turismo activo, una denominación que incluye medio centenar de actividades muy diversas, principalmente los denominados deportes de riesgo.

Las cifras de este turismo, que empezó a existir de forma regulada a principios de la década de los años 90, son muy escasas, dada su dispersión. Tanto las administraciones con responsabilidades en el sector como las asociaciones privadas constatan que aumenta sin cesar el número de empresas, de practicantes y la variedad de ofertas. En este sentido, en el 2002 en Extremadura existían cerca de 20 empresas dedicadas a estas prácticas.

LO MAS DEMANDADO

La comunidad dispone de varios enclaves en los que realizar turismo activo y las actividades más demandadas por los extremeños son el senderismo, la escalada, el parapente y las rutas fluviales en ríos de la región.

Pero las dos actividades que mueven más turistas son el senderismo y el cicloturismo, con empresas especializadas que organizan itinerarios con el alojamiento, en muchos casos simples tiendas de campaña, y la restauración incluidas. En muchas ocasiones las rutas se organizan a caballo --algunos picaderos extremeños ofrecen varias posibilidades--. Otra práctica que empieza a cobrar auge en la región es la escalada, que ya se realiza en diversos parajes de la comunidad, y en los últimos años han empezado a practicarse actividades de más o menos riesgo en los ríos, como el rafting , el puenting , el barranquismo o el descenso con piragua.

Al ser una demanda muy centrada en el fin de semana, la mayoría de empresas de este subsector han ampliado su oferta inicial especializada en sólo una actividad a todo tipo de deportes de aventura.

¿HAY PELIGRO?

Pero, ¿es peligroso el turismo activo? Los expertos aseguran que los deportes llamados de riesgo no entrañan tal riesgo si el interesado se pone en buenas manos, ya que para la realización de estas actividades se toman muchas medidas de seguridad.

Para ello, señalan que el denominado boca-oreja es uno de los mejores métodos para saber si una empresa del sector es de fiar, ya que no es recomendable elegirla sin conocerla ni tener referencias. Una vez en el lugar, un simple vistazo a las instalaciones y al material puede dar una idea de la seriedad del centro y sus monitores.

Curiosamente, las estadísticas de la asociación española de agencias de viaje confirman que los más solicitados son los paquetes light , básicamente senderismo. Este deporte es de los más sencillos, pero por ser el que más se practica es el que tiene el índice de mortalidad más alto.