Un consumo de 183 litros de agua al día y una pérdida de 16 litros diarios son los indicadores de agua en los hogares de Extremadura por cada habitante. Son cifras muy por encima de la media española, que se sitúa en 160 litros de agua consumidos por habitante y día en el hogar y 48 litros perdidos cada jornada sobre todo por el mal estado de la distribución de la red de abastecimiento. Con los datos en la mano, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a Extremadura solo le superan en gasto de agua por habitante y día los cántabros (201 litros), y los valencianos (185), mientras que los asturianos tienen el mismo índice que los extremeños. Se da la circunstancia de que Cantabria y Comunidad Valenciana encabezan también las pérdidas de agua, con 104 y 71 litros por habitante y día, respectivamente.

El dato pone en evidencia que las campañas para promover el ahorro de agua no parecen estar teniendo mucho impacto en la población, a tener de la evolución del consumo en los hogares en la década de 1996 al 2006; en la que se ha pasado de 134 litros por habitante y día a los ya mencionados 183; es decir, en diez años, cada extremeño gasta al día 50 litros más de agua.

Peor ha sido aún el comportamiento del apartado que la estadística define como otros usos, referido sobre todo al agua que se consume para cuestiones como riego de los parques y jardines públicos o piscinas municipales. En este caso, el incremento del consumo ha sido muy acentuado en esos diez años, pasando de 21 litros por extremeño y día en 1996 a los 98 en el 2006. Sin embargo, aquí hay que destacar que desde el 2003 esta estadística se ha reducido en una media de 30 litros, por lo que esa política de reducción del gasto de agua en los ayuntamientos sí parece haber calado.

Se da además la circunstancia de que, a excepción de Asturias y Cantabria, las comunidades que menos consumen son las que disfrutan de un clima más húmedo, como Galicia y, sobre todo País Vasco y Navarra, donde el consumo no llega a 130 litros por habitante y día, un índice que se sitúa a 55 litros por habitante y día del gasto extremeño.

PERDIDAS EN LA RED Otro aspecto destacado es el que se refiere a las pérdidas de agua en la red de distribución, esto es, el agua que se capta de ríos y embalses pero que finalmente no llega a los hogares, bien porque se evapora o, sobre todo, porque se pierde en fugas y averías por el mal estado de las tuberías. Lo cierto es que según el INE se ha duplicado el volumen de agua perdida en Extremadura en diez años, al pasar de 31 litros por habitante y día en 1996 a los 64 en el 2006.

El estudio demuestra en cualquier caso, que la tendencia es a la baja y que los sistemas de abastecimiento parecen haber mejorado, ya que son 16 litros menos que en el 2005 y 15 menos que en el 2004. Aún así, casi el 20% del agua captada en Extremadura no llega a los usuarios, sino que termina filtrándose por los escapes y va a parar al subsuelo.

A este respecto, la Administración sanitaria tenía previsto realizar a lo largo del presente año un total de 2.600 auditorías e inspecciones a la red de suministro de la comunidad autónoma, así como 1.738 analíticas directas del agua que consumen los ciudadanos extremeños.

De este modo, el Servicio Extremeñode Salud (SES) controlala calidad del agua potable quese suministra a los hogares de laregión, a partir del examen delos sistemas de captación, las estacionesde tratamiento y losdepósitos y redes de distribuciónde agua.

Por otro lado, resulta curiosocomprobar esa escalada en elconsumo de agua por parte delos extremeños pese a que el valorde la misma no ha dejado decrecer en la última década, pasandode los 0,44 euros por metrocúbico en 1996 a 0,84 eurosen el 2006, según los indicadoresdel INE. Sin embargo, este costees mucho más bajo que la mediaespañola, y ha pasado en eseperíodo de 0,63 euros por metrocúbico a los 1,08 euros.