Los extremeños residentes en Euskadi han recibido de forma positiva el alto el fuego permanente anunciado por ETA, aunque muestran cautela y esperan que no se quede sólo en un comunicado de intenciones, porque "lo que hace falta es que sea real". Así lo ha expresado a EL PERIODICO Enrique García, presidente de la Federación de Asociaciones Extremeñas de Euskadi, que califica de "maravillosa" la noticia, aunque insiste en asumir esta situación con prudencia, ya que "no ha sido una entrega de las armas".

En el País Vasco viven en la actualidad 80.000 extremeños de origen y 200.000 entre los nacidos y descendientes de extremeños. Además, hay más de una veintena de cargos de responsabilidad en distintos ayuntamientos vascos, a los que nada más conocer la noticia, García les envió un mensaje con el siguiente contenido: "Enhorabuena y ojalá sea verdad y sirva para recuperar la libertad que ellos tanto preconizan".

El anuncio de la banda terrorista abre un momento de esperanza, a su juicio, y lo primero que se le vino a la cabeza al enterarse del comunicado de ETA fue la imagen habitual de ver "a los compañeros extremeños concejales y con otros cargos de responsabilidad escoltados". Ahora, comenta, "sería el no va más verlos pasear tranquilos".

CONCEJALES EXTREMEÑOS Entre esos cargos de responsabilidad hay varios concejales, unos de la zona de La Serena, otros de Carcaboso; el teniente de alcalde de Rentería, que es de Cadalso (en la Sierra de Gata), como el propio representante del colectivo extremeño en Euskadi, o de Garrovillas, como la mujer de Patxi López, secretario general del Partido Socialista de Euskadi, que también es concejal.

La mayor parte de ellos, así como miles de extremeños más en el País Vasco, tienen frecuente contacto con la Federación de Asociaciones Extremeñas de Euskadi, que agrupa a 17 asociaciones. Se trata de una colonia numerosa en esta comunidad, con miles de ciudadanos extremeños de origen o con raíces extremeñas en algunas localidades, como es el caso de Barakaldo, que ha llegado a tener 7.000 extremeños y que ahora cuenta con unos 4.500, explica García.

Para él, que acaba de renovar por tres años en el cargo, es un "honor" presidir la federación, pero es un puesto que "requiere mucho trabajo y dedicación", y que sueña con ver su lugar de adopción en paz.