La Hacienda estatal recaudó en Extremadura algo más de 683 millones de euros, según la última memoria de gestión de la Agencia Tributaria, lo que supone que cada extremeño aportó algo más de 637 euros como media. El documento recoge que los ingresos en las arcas nacionales por los diversos impuestos y tasas crecieron un 5,1% en el 2002. Sin embargo, esta carga impositiva no se distribuyó por igual entre las dos provincias extremeñas, ya que para Badajoz subió un 5,4%, hasta situarse en 447 millones de euros, mientras que en Cáceres creció un 4,6%, y quedó en 236 millones de euros.

Con todo, las diferencias no son tan acusadas como en el ejercicio precedente, cuando la recaudación se incrementó más de un 19% en Badajoz frente a un 3,8% en Cáceres.

Por lo que se refiere a los conceptos por los que los extremeños tuvieron que rendir cuentas en Hacienda, el IRPF, que es el tributo más extendido, es el que se lleva la palma en cuanto a recaudación, con casi 413 millones de euros, unos 30 millones más que en el 2001.

En impuestos indirectos, el IVA el más recaudador , con 151 millones en ingresos, y un incremento del 10,7%, centrado en los pagos que realizan las grandes empresas.

Respecto a otro tipo de impuestos, resulta llamativo el incremento de más de un 12% en el impuesto de sociedades, en su apartado de cuota diferencial neta , que es el que indica lo que las empresas pagan por sus beneficios, y que se sitúa cerca de los 53,5 millones de euros.

Esta subida es atribuida por la Agencia Tributaria tanto al dinamismo empresarial pese a la desaceleración económica como a la variación normativa que ha supuesto que se aplique un tipo impositivo más favorable (18%) a las plusvalías que las empresas reinviertan en los ejercicios siguientes.

El resto de bloques por los que Extremadura pagó a la Hacienda estatal, de menor cuantía que los anteriores, se desglosan en los impuestos especiales que se abonan por el consumo de bebidas alcohólicas, gasolina o tabaco, los recargos por el pago de deudas tributarias fuera de plazo, y que supusieron más de tres millones de euros, y las multas que impuso Hacienda, que alcanzaron otros tres millones.

IMPUESTOS

Esta evolución general de los impuestos no ha sido, sin embargo, homogénea entre las dos provincias extremeñas. Así, en Cáceres se ha incrementado de manera clara la recaudación por impuestos directos, es decir, aquellos que gravan la actividad profesional o económica, y ha bajado notablemente en los indirectos, que son los que se aplican sobre el consumo de productos y servicios, mientras en Badajoz ocurría justo lo contrario.

LAS DIFERENCIAS

De este modo, cada cacereño ha pasado de pagar 226 euros por año en concepto de IRPF a dejarse 245 euros (un 8,4% más), mientras que los pacenses, que pagaron en el 2001 alrededor de 449 euros de media, el pasado año abonaron 477 euros (un 6,2% más). Por su parte, las empresas radicadas en Cáceres aportaron a las arcas estatales 6 millones más de euros por impuesto de sociedades, con un incremento del 15,3%, y las pacenses se dejaron un total de 63,5 millones de euros, un 4,2% más que en el 2001. Esta diferencia se plasmó, especialmente, en la cuota neta que se vio incrementada para las cacereñas justo el doble que para las pacenses, lo que acortó la distancia entre ambas provincias.

En cuanto a los impuestos que gravan el consumo las cuentas de la Agencia Tributaria en Cáceres registran una caída de casi el 10%, derivada sobre todo de la bajada del IVA que se aplica a las exportaciones, que se redujo a la mitad, y del escaso peso de lo que por este tributo pagan las grandes empresas en esta provincia, que no llega a los 20 millones de euros. Por su parte, Badajoz aguantó el tirón de la bajada del IVA a los exportadores gracias a que se duplicaron los ingresos de las grandes empresas.

Finalmente, la morosidad se ha reducido de manera muy clara entre los cacereños, que apenas pagaron 600.000 euros por recargos de apremio y un millón por multas, mientras que los pacenses se mostraron algo más reticentes, lo que les ocasionó recargos de 2,7 millones y multas de en torno a dos millones.