Al margen de la tragedia personal y familiar que puede suponer un accidente de tráfico, este tipo de siniestros suponen, además, un altísimo coste en términos económicos, derivado tanto de los daños materiales causados a los vehículos e infraestructuras viarias, como a los gastos generados por indemnizaciones, atención médica, rehabilitación o pérdidas de producción.

Según los modelos de cálculo elaborados por la consultora Aepo, así como los estudios realizados por la Dirección General de Tráfico y el Instituto Universitario del Automóvil (Insia), los costes por accidentes de tráfico con víctimas en Extremadura durante el año 2002 --para el 2003 aún no se puede realizar el análisis dado que no están cerradas las cifras totales de heridos--, superaron los 600 millones de euros.

Durante el año de referencia, se produjeron en la comunidad autónoma casi 1.700 accidentes con víctimas, tanto en carretera como en vías urbanas, con el resultado de 165 muertos y más de 2.800 heridos, tanto graves como leves.

Daños materiales

En el desglose del gasto ocasionado por estos siniestros, la partida más alta se atribuye a los daños materiales, tanto los ocasionados al vehículo como el que se produce a las vallas, señales, pavimentos, etcétera, de las carreteras o calles. Este apartado supondría en Extremadura casi 250 millones de euros.

En segundo lugar, se sitúan por cuantía los costes humanos. Aquí, el método más aceptado por la UE es el que incluye no sólo las indemnizaciones que acarrean los accidentes, sino también el concepto de lo que estarían dispuestos a pagar los ciudadanos para reducir el riesgo, que suma en la región casi 180 millones, de los que 48 corresponden directamente a indemnizaciones.

Pérdidas de producción

Como tercer concepto se añaden las denominadas pérdidas netas de producción , que recogen lo que deja de generar económicamente el fallecido en accidente en función de su edad y hasta la jubilación, que, según el mecanismo de cálculo empleado por Tráfico, estarían en la región en 90 millones por año.

Otros casi 60 millones del gasto se atribuyen los costes administrativos, achacables a las gestiones realizadas por los distintos organismos y entidades, entre las que se encuentran las compañías de seguros. El resto del coste se reparte entre los generados en los hospitales y en la atención sanitaria en general, que rondan los siete millones por año, y los de rehabilitación, que se estiman en más de ocho millones de euros.

En cuanto al coste para el Estado por cada víctima, prescindiendo del resto de gastos, Tráfico lo fija en 36.300 euros por cada fallecido, unos 37.000 euros por herido grave y 6.200 por herido leve.

Estos datos justifican la afirmación recogida en un estudio de la UE que apuntó que merece la pena invertir un millón de euros en salvar una vida perdida en accidente.