La escasez de lluvias impide a España trasvasar a Portugal el agua acordada en el Convenio de la Albufeira, firmado en 1998 para regular los cauces de los ríos transfronterizos. En base al mismo, el caudal mínimo del Tajo se sitúa en los 2.700 hectómetros cúbicos en la estación de control de Cedillo, pero durante el último año hidrológico se situó en 2.464 hectómetros cúbicos, según la plataforma portuguesa ProTejo. Movimiento pelo Tejo (Movimiento por el Tajo). Sin embargo, la directora general de Agua, Marta Morén --que ayer visitó Mérida--, explica que "la propia legislación prevé excepciones en caso de sequía", como, asegura, ocurre en la actualidad.

En base a ello, el Gobierno español ha invocado la cláusula de excepción para el Tajo, como ya hizo en el 2005. En este caso, por primera vez se aplican las condiciones aprobadas la pasada legislatura y en base a las cuales no se tiene en cuenta la media anual, sino por trimestres. Esta era una reivindicación del Ejecutivo luso para reducir la variabilidad de los ríos, que su homólogo español aprovecha ahora para anular la obligación de trasvasar un cauce mínimo.

La reforma, explica Morán, entró en vigor el pasado 5 de agosto y permite que, además de considerar las unidades anuales, se tengan en cuenta las trimestrales. En concreto, la referida al cuatro trimestre del año hidrológico ha hecho que el Tajo entre en situación de excepción.

En base a esto, se suspende de momento la obligación de trasvase que fija el Convenio de la Albufeira, aclara la directora general. Ante esta situación, los gobiernos español y portugués han iniciado los contactos para establecer qué compensaciones se fijarán para cuando se supere la situación de sequía, así como cuándo se materializarán. Según Morán, la predisposición de ambas administraciones es buena, si bien reconoce que el tema del agua es "muy sensible" y puede despertar suspicacias en el país vecino.

Así ha ocurrido, al menos, en el caso de la plataforMa ProTejo que en su página web denuncia el incumplimiento del Convenio de Albufeira, que considera consecuencia de los trasvases que el Gobierno español lleva a cabo desde el Tajo al Segura y al Guadiana. Asimismo, esta organización se opone al trasvase para el parque de las Tablas de Daimiel y solicita que el Ejecutivo portugués tome una firme postura en este asunto.