Familiares de pasajeros insistían esta mañana en ver las pistas y preguntaban en uno de los puestos de información del aeropuerto de Madrid-Barajas el lugar desde donde poder divisarlas ante el retraso de cerca de una hora de un vuelo de Spanair con destino a Tenerife, que finalmente despegó a las 09,07.

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En los balcones de facturación que esta compañía tiene en la terminal 2, y desde donde salen la mayoría de los vuelos hacia las islas, la mayoría de los viajeros esperaban tranquilamente en las colas, y aunque algunos declararon a Efe cierto nerviosismo otros afirmaban su convencimiento de que hoy no iba a pasar nada porque "extremarán mucho más la seguridad".

Los equipos de emergencia, junto a las Fuerzas de Seguridad del Estado y policía científica llevan a cabo esta mañana labores de "últimos rastreos" en la zona siniestrada, en búsqueda de restos de cuerpos que pudieran haber quedado entre los trozos de fuselaje del avión, han informado a Efe fuentes aeroportuarias.

Los trabajadores que han estado en la zona del accidente apenas quieren hablar del tema para no recordar el "brutal" accidente, la "hilera" de cuerpos carbonizados, y el "amasijo de hierros".

Frente a la aparente tranquilidad de los viajeros, el personal del aeropuerto sigue sin poder esconder su conmoción por este accidente que ha dejado 153 muertos.