Programa electoral, discurso de investidura, debates en la Asamblea... La fusión de las cajas extremeñas ha sido una cuestión recurrente en el discurso del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, desde su nombramiento. Su apuesta por el fortalecimiento del sector financiero fue clara y el PSOE extremeño planteó la disyuntiva de la fusión o una posible absorción por entidades foráneas.

La Asamblea creó una comisión especial para estudiar este tema, cuyo informe --apoyado por PSOE y PP-- fue favorable al fortalecimiento del sector financiero en Extremadura. La fusión se barajaba como la opción más plausible. Los agentes sociales y muchos expertos la apoyaban. Las afectadas, Caja Extremadura y Caja Badajoz, encargaron sendos estudios para valorar sus opciones de futuro. Todos coincidían en que la decisión debía basarse en criterios técnicos, no políticos, pero la unión parecía clara.

Repentinamente y poco después de una reunión ´secreta´ --no convocada, pero de cuya existencia informaron los medios de comunicación-- entre el presidente de la Junta, de la oposición y de las cajas, el máximo responsable de Caja Badajoz, Francisco García Peña, anunció descartar una unión con cualquier otra entidad y se inclinó por las alianzas tipo SIP (Sistema Institucional de Protección). Horas después su homólogo en Caja Extremadura, Víctor Bravo, se pronunció en la misma línea.

Tanto el presidente de la Junta como el del PP manifestaron su respeto a esta decisión, pero los sindicatos mostraron su decepción. Especialmente crítico ha sido el responsable de CCOO, Julián Carretero, que considera este proceso "el gran fiasco de la legislatura". "Se ha perdido una gran oportunidad de dar este paso o, al menos, una explicación creíble", asegura criticando "los provincialismos y localismos".

Actualmente, las dos cajas extremeñas están buscando socios para integrarse en sendos SIP, cada una por su cuenta. Caja Extremadura ya ha anunciado su intención de negociar uno con Caja Astur y Caja Cantabria, entre otras, mientras que Caja Badajoz dice debatirse entre varios grupos. Desde algunos sectores critican la falta de regulación de estos organismos, que afirman que podrían derivar en la pérdida de la naturaleza jurídica de las cajas. "Está en peligro de privatización lo que hasta ahora era la única banca cívica semipública", avisa Carretero.