Euforia y satisfacción. Así se puede resumir la vivencia de todos los cacereños que acudieron a ver el partido de la selección en la pantalla gigante instalada en la plaza de toros.

Desde prácticamente una hora antes del inicio del partido, el recinto presentaba un ambiente espectacular, con más de 200 personas calentando motores ante lo que prometía ser una noche inolvidable. Entre ellos, estaba la concejala María José Casado. El ayuntamiento había gestionado la iniciativa.

Jóvenes y no tan jóvenes iban entrando a trompicones por la puerta principal, ocupando todos los huecos de la zona de sombra y espectantes ante lo que prometía ser otra noche mágica de los pupilos de Vicente del Bosque.

A las 20.30, hora a la que comenzó el partido, ya eran más de 1.500 las gargantas que vociferaban esperando que la selección ahuyentándose por fin el fantasma de los cuartos y se jugase el pase a la final con la selección teutona.

A pesar del sol y de las reducidas dimensiones de la pantalla gigante instalada en el recinto, la gente estaba eufórica por ver el pase de España a una semifinal por primera vez en su historia y en ningún momento dejo de animar a ´la roja´.

El speaker inducia a los asistentes a cantar y animar en favor de la selección mientras alternaba diferentes éxitos musicales entre los que se incluian la canción del mundial y el archiconocido Podemos , himno de guerra de la selección desde la consecución de la Eurocopa en Austria.

También destacaba el sonido de los aplaudidores, que repartían en la entrada entremezclado con el de las molestas vuvuzuelas, pero en esta ocasión no importaba su ruido infernal, ya que era un día histórico para todos los españoles.

Finalmente, tras pasar apuros, el gol de Villa hizo que la plaza se convirtiera en un hervidero de personas que festejaban el tan ansiado paso a semifinales de la selección de Vicente del Bosque. La fiesta de espuma de después también fue un aliciente más para vivir intensamente una tarde-noche en el que el coso cacereño fue revulsivo. La faena de España puso el resto.