Tras cuatro años de apagón parece que definitivamente la radiotelevisión extremeña empieza a ver la luz. Y es que muchas cosas han pasado desde que en diciembre del año 2000 el Parlamento extremeño dio el visto bueno a la ley que creaba la empresa pública Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales. Resoluciones judiciales y, sobre todo, enfrentamientos políticos, han convertido en años un proceso de sólo unos meses.

Poco tiempo después de que la Asamblea aprobase la normativa regional se rompían las negociaciones entre la Junta de Extremadura y la oposición.

Canal Sur Extremadura

El Ejecutivo de Rodríguez Ibarra reaccionó rápidamente y en menos de dos meses la Junta firmaba un protocolo de intenciones con la Junta de Andalucía que suponía la creación de Canal Sur Extremadura.

Dicho y hecho, sólo tres días después se publicaron los concursos que desarrollaban tanto los contenidos como la cobertura de este canal autonómico, y el 13 de agosto del 2001 se adjudica a Petsa --productora del Grupo Prisa-- el contenido y a Retevisión la distribución de la señal.

El 7 de septiembre de ese año, con motivo del Día de Extremadura, arrancan las emisiones de Canal Sur Extremadura y cuatro días después el Partido Popular anuncia un recurso judicial contra todo el proceso. Tras un polémico enfrentamiento entre el Gobierno regional y el Senado, el 27 de septiembre el Ministerio de Ciencia y Tecnología decide interponer dos recursos judiciales ante el TSJEx, organismo que el 15 de marzo del 2002 ordena el cese de las emisiones. Este se hizo efectivo al llegar la medianoche del 28 de junio.

Acuerdo a dos bandas

Tuvieron que pasar nueve meses para que los partidos retomasen un asunto que había quedado relegado por las elecciones autonómicas. Y nada más pasar los comicios IU y PSOE hacían público un acuerdo por el que modificarían la ley y permitirían la creación de la televisión. Tras la aprobación por la Asamblea del nuevo texto legal, en octubre del 2003, PP, PSOE e IU reiniciaron unas negociaciones que desembocaron en junio del 2004 en la presentación de una lista única al Consejo de Administración. Sin embargo, tampoco aquello llegó a buen puerto e IU retiró a la persona elegida tras acusar a los socialistas de presionar en su contra.

Y otra vez a empezar. En septiembre se presentó una nueva terna que en pocos días fue aprobada por unanimidad en la Asamblea, lo que dio lugar a una nueva batalla : la elección del director general, que según la ley debe ser apoyado por al menos dos grupos.

Tras algunos tanteos de la Junta, en noviembre pareció haberse alcanzado un acuerdo en torno al nombre del periodista Pablo Sánchez, pero el Ejecutivo lo retiró a última hora y apostó fuerte por José Villa, subdirector de Feval. IU y PP lo rechazaron desde el primer momento y el PSOE amenazó con cambiar la ley para sacarlo adelante en solitario. Sin embargo, ayer se logró un acuerdo sorpresa con Gaspar García como protagonista.