La Universidad de Extremadura (UEx) anunció ayer que va a pedir a la Fiscalía una investigación sobre las filtraciones de varios exámenes de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (la EBAU), pero no ha hecho falta extender una propuesta formal. La Fiscalía Provincial de Badajoz, ante las informaciones publicadas en los medios, decidió ayer incoar diligencias de investigación penal para determinar si puede haberse cometido un presunto delito de descubrimiento y relevación de secretos. La instrucción está a cargo de Julio López Ordiales como fiscal especialista en delitos informáticos.

Pero al margen de esta investigación, el rector de la UEx, Segundo Píriz, también aseguró que se depurarán responsabilidades «internas y externas» y ha ordenado abrir una investigación reservada en la universidad para conocer de forma «clara y exhaustiva» qué ha pasado. Píriz compareció ayer para pedir disculpas a los alumnos, a sus familias y a los docentes afectados por la repetición de siete exámenes de la EBAU y defender la profesionalidad del equipo que viene realizando la selectividad desde hace años, pero no quiso entrar en muchos pormenores.

¿CÓMO OCURRIÓ? / Habló de un posible «error» y de un «acceso de forma indebido» a los exámenes alojados en la página web de la universidad, pero nunca de hackeo. Y ahora se trabaja para conocer cómo se produjo ese error. Fuentes de la universidad barajan dos opciones: que los documentos estuvieran colgados en una zona oculta de la web a la que se accedió de forma ilícita o bien que esos archivos, por descuido o negligencia, no estuvieran tan ocultos y fueran de acceso fácil y públicos. Desde la UEx señalan que es la comisión organizadora de la EBAU, un ente independiente formado por personal de la UEx y de la Junta y con sede en la Facultad de Económicas, la única que tiene acceso a las pruebas y que es habitual subirlas a internet una vez ya realizadas.

El rector recordó que se han detectado 14 accesos indebidos a los archivos que contenían los exámenes, algunos de ellos de fuera de la universidad. Ocurrió entre las once de la mañana y las cinco de la tarde del miércoles, seis horas en las que no se puede garantizar que algunos de los exámenes de ese mismo día o del siguiente cayeran en manos de los propios alumnos de selectividad. «No podemos precisar el número de estudiantes que tuvo acceso a esas pruebas, pero tenemos dudas más que razonables que nos inducen a pensar que hay alumnos que tuvieron esos exámenes antes de entrar en el aula».

Por eso para el rector la mejor solución a este «grave incidente» es repetir los siete exámenes que se realizaron el miércoles y que están bajo sospecha: Matemáticas, Latín, Fundamentos del Arte, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales, Geología, Griego y Diseño (las pruebas del jueves pudieron modificarse a tiempo y sobre estas no quedan dudas). Se realizarán, de nuevo, el próximo martes en las doce sedes correspondientes. En total, tendrán que volver a enfrentarse a las pruebas 4.594 alumnos extremeños de los cuales 4.185 realizarán solo un examen y otros 409, dos exámenes. Las materias que más alumnos tienen que repetir son Matemáticas (2.403 estudiantes), Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (1.680) y Latín (564). En el lado opuesto apenas 14 alumnos harán la prueba de Geología, 59 la de Diseño y 89 la de Fundamentos del Arte.

El rector llamó a la «serenidad» porque, insistió, la repetición de las pruebas es la solución «más justa» y la única forma de garantizar los principios de igualdad, mérito y capacidad. «No podemos tolerar que algunos estudiantes hayan tenido ventajas sobre otros». Y para evitar más perjuicios, la universidad correrá con los gastos de deplazamiento, manutención e incluso alojamiento, si fuera necesario, de los alumnos que residen fuera de las ciudades que acogen las doce sedes. Para ello, habilitará un formulario en su página web.

También redoblará los esfuerzos con más docentes correctores para que la publicación de las notas no se demoren. Estaba prevista para el próximo viernes 15 y «vamos a intentar que salgan lo antes posible», apuntó Píriz, pero de ningún modo esto modificará los plazos de preinscripción.

Además de los 4.500 alumnos afectados, las filtraciones en la EBAU también trastocaron ayer los planes del Rey de España, que tenía previsto acudir a la clausura del Congreso Carlos V, Vitoria y Erasmo en Yuste, en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, donde se había concentrado un centenar de estudiantes. Con toda la comitiva esperando y el dispositivo policial activado, llegó una llamada de la Casa Real suspendiendo la visita «para no interferir en un problema interno de la universidad extremeña», se excusaron. Sí acudió el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, quien entendió la postura del Rey y exigió investigar: «alguien tiene que asumir la responsabilidad». Barajó descontar los gastos generados en las próximas matículas.