El presidente del Partido Popular extremeño, Carlos Floriano, acusó ayer al presidente de la Junta y secretario regional del PSOE, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de haber "colaborado y participado" en el "movimiento de intolerancia y antidemocrático" que a su juicio se produjo durante la jornada de reflexión del pasado sábado.

Floriano, que insistió en que pese a todo la victoria electoral socialista "es legítima", aclaró que en el PSOE extremeño no se hace nada "sin que Ibarra lo sepa", por lo que queda demostrado que "colaboró activamente" en lo sucedido. Aunque repitió en varias ocasiones que no quiere contribuir a que se incremente la actual crispación social, explicó que es evidente que el vuelco electoral se produjo tras el atentado del 11-M.

CAMBIO DE VOTO Así, los datos que manejan los populares reflejan que ya el viernes por la noche se inicia un movimiento de "ocultación del voto" que el sábado se tradujo "en un cambio de destino de ese voto".

El dirigente popular dejó claro que todo el mundo, incluido el Gobierno de Aznar, comete errores, al tiempo que reconoció que uno de los factores decisivos en las generales fue el apoyo a la guerra de Irak, "que se puso encima de la mesa a 48 horas de las elecciones" y que contaba con el rechazo masivo de la sociedad española.

Por lo que se refiere al nuevo panorama político, Carlos Floriano, que ayer se reunió con dirigentes y alcaldes de su partido, dijo que se abre "una etapa ilusionante" marcada, entre otras cosas, por las nueva afiliaciones que está recibiendo el PP regional tras la debacle electoral. "Tenemos más ánimo que nunca y más militantes", apuntó, algo que se apoya en que tras ocho años de gobierno "tenemos las manos limpias y los valores intactos". Y es que, en su opinión, la etapa de Aznar se ha caracterizado por su "honradez, coherencia, eficacia y credibilidad".

A partir de ahora, recalcó, "el PP se convierte en el único partido que defiende los intereses de Extremadura". Floriano incidió en que hay varias sombras que a medio plazo se ciernen sobre la región, como el "peligro" en que están las inversiones del Plan Hidrológico Nacional --"que no le gusta a Maragall"-- y el posible cambio del modelo de financiación autonómica.

Por otra parte, se mostró "preocupado" porque Rodríguez Ibarra haya afirmado que le gustaría ser durante una semana ministro del Interior "para sacar de la cárcel a delincuentes --Galindo, Vera y Barrionuevo-- en lugar de perseguir terroristas". Para Floriano, estas palabras dan "ganas de vomitar".