Extremadura se mantiene como un inexpugnable feudo socialista. No hubo sorpresas. Los extremeños volvieron ayer a depositar su confianza en el proyecto liderado por Juan Carlos Rodríguez Ibarra quien logra, por quinta legislatura, un gobierno en mayoría absoluta. Sólo en las elecciones de 1995, donde el PSOE obtuvo 31 de los 65 parlamentarios de la Asamblea de Extremadura, Ibarra afrontó una legislatura en minoría.

Al cierre de esta información y con el 95,1% de los votos escrutados en las elecciones autonómicas, el PSOE consigue un total de 36 parlamentarios. El PP logra 26 diputados e Izquierda Unida mantendrá su representación actual en la Asamblea con 3 parlamentarios.

Se cumplieron los últimos sondeos electorales que anunciaban la holgada victoria del PSOE extremeño. Unos resultados en consonancia con la encuesta que Vox Publica hizo para EL PERIODICO EXTREMADURA y que se publicó el pasado 4 de mayo. Este muestreo daba entre 36-37 escaños al PSOE, 26-27 al PP y 2-3 a Izquierda Unida. El primer balance a pie de urna ya era sintomático y vaticinaba una caída de los populares en favor de las formaciones políticas de izquierda. Los populares volvieron a congregar los votos en las grandes ciudades de la comunidad extremeña, donde han mantenido sus alcaldías a excepción de Plasencia.

PRIMER CARA A CARA

En su primer cara a cara electoral, Carlos Floriano ha tenido ante sí a un Rodríguez Ibarra que obtiene unos de los mejores resultados políticos en los últimos 20 años en Extremadura. El líder del PP se sitúa a casi 3 puntos respecto del resultado obtenido por Juan Ignacio Barrero en las elecciones autonómicas de 1999, en las que obtuvo el apoyo del 40,1% de los electores, casi 259.000 extremeños. Para Barrero, los del 99 eran sus segundos comicios frente al líder de los socialistas, después de unos años de promoción como presidente de la Cámara Alta.

A falta del recuento de un 5% de los votos emitidos, el PSOE obtuvo el respaldo del 51,5% de los electores con más de 320.000 votos. Por su parte, el PP se sitúa en un 38,8% y 241.000 votos, mientras que la coalición IU-Siex mantiene la tendencia de los últimos comicios con un respaldo del 6% y más de 39.000 votos.

Por provincias, los socialistas conseguirían 20 escaños en Badajoz y 16 en Cáceres, los populares logran 13 parlamentarios por cada provincia e Izquierda Unida obtiene 2 parlamentarios en Badajoz y uno en la provincia cacereña. El índice de participación en estos comicios ha sido del 76%, igual que en las elecciones del 99, según señaló ayer la consejera de Presidencia de la Junta de Extremadura, María Antonia Trujillo. Casi 600.000 extremeños ejercieron su derecho al voto.

Floriano se presentaba como uno de esos líderes de nueva generación por los que ha apostado el PP para comunidades históricas del PSOE. El resultado le coloca en una situación difícil en su partido, sobre todo el papel que pueden empezar a asumir algunos de los alcaldes de la ciudades extremeñas en las que los populares han repetido como fuerza más votada, sobre todo en Badajoz, Cáceres y Mérida. En el PP extremeño, los resultados no son considerados como buenos aunque Floriano se comprometió a seguir en la oposición si perdía las elecciones.La jornada electoral se celebró sin incidentes destacables. La falta de papeletas, urnas sin precintar y propaganda electoral de partidos, protagonizaron algunas de las pequeñas incidencias registradas en Extremadura en la apertura de las 1.436 mesas electorales, 845 en la provincia de Badajoz y 591 en la de Cáceres.UN PROYECTO DE 4 AÑOSEl candidato socialista tiene ante sí un importante reto para la próxima legislatura. En primer lugar, por su compromiso de lealtad con los más de 300.000 extremeños que le han vuelto a dar su confianza. Durante la campaña, Rodríguez Ibarra aseguró que su proyecto tiene una duración de cuatro años, por encima de las ofertas que puedan venir desde Ferraz tras las elecciones generales del 2004 si José Luis Rodríguez Zapatero gana las elecciones.De otro lado, por su promesa de hacer tangible un modelo de Extremadura donde se ha comprometido a crear 50.000 nuevos empleos para los parados más desfavorecidos, a estar al lado de los jóvenes y los emprendedores para hacer realidad sus proyectos empresariales o para hacer tangible un Plan Regional de Vivienda para las rentas medias-bajas con un coste por inmueble de entre 30.000 y 60.000 euros.Pero también, con la idea de llevar a cabo un mayor esfuerzo en políticas de igualdad desde la educación, la sanidad o la atención domiciliaria, así como a diseñar la vertebración de un futuro mapa de infraestructuras con nuevas autovías regionales y un Servicio Extremeño de Ferrocarriles. Este es el proyecto de futuro por el que se han decantado los ciudadanos de esta región y Rodríguez Ibarra tiene hasta el próximo 2007 para que este prometido plan de actuación deje de ser un puñado de ideas.