El Ministerio de Fomento incluyó en los presupuestos del año 2000 una partida de 7.500 millones de pesetas (45 millones de euros) para modernizar la línea Albacete-Murcia pero no la ha empezado a ejecutado hasta el 2003, tras el descarrilamiento de Tobarra (Albacete) en el que murieron dos personas. Si los trabajos se hubieran llevado a cabo antes, el accidente de Chinchilla quizás se hubiera podido evitar, porque incluían la automatización del sistema de control de la línea, que impide el error humano.

El anexo de inversiones de la secretaría de Estado de Infraestructuras para el año 2000 incluye esa partida y fija, además, el plazo de ejecución de la obra en tres años, partiendo el presupuesto en tres anualidades: 50 millones el 2000, 1.750 el 2001, 3.250 el 2002 y 2.450 el 2003, el momento en que deberían haber concluido las obras.

Pero en los años siguientes estas partidas desaparecieron de la cuenta del Estado, según denunció en su día y lo reiteró ayer la exdiputada socialista por Albacete, Matilde Valentín. El PSOE, además, propuso la introducción de varias enmiendas, rechazadas por el PP, para modernizar la línea en las cuentas del 2003.

CASCOS SE DEFIENDE

Tras el accidente de Tobarra, que el ministro Francisco Alvarez-Cascos atribuyó a un "sabotaje", el pasado mes de febrero Renfe aprobó la convocatoria del concurso de obras y adjudicó los trabajos el 12 de mayo a la empresa Dimetronic por 29,4 millones de euros (4.891 millones de pesetas).

Cascos justificó ayer el retraso aludiendo a "la lentitud de los trámites que conlleva una obra así". La tramitación se inició en noviembre del 2000 con la convocatoria del concurso del proyecto. Este se adjudicó a la empresa pública Ineco en marzo del 2001 pero esta consultora de ingeniería no lo tuvo terminado hasta enero del 2003, justo unos días después del siniestro de Tobarra.

Expertos consultados calificaron de "inaudito" y "completamente exagerado" el plazo de 22 meses que tardó Ineco en elaborar el proyecto y advirtieron de que la programación presupuestaria era impecable. Si el proyecto se hubiera adjudicado al inicio del 2000, la obra podía haber empezado en el 2001 y estar lista en el 2003. "Fomento debería explicar porque no cumplió sus previsiones y si fue para ahorrar costes", indicó Matilde Valentín.

En una nota difundida por su departamento, el ministro salió al paso también de las unánimes críticas sindicales por la falta de inversión en la red convencional del ferrocarril debido a la prioridad por la alta velocidad.

AZNAR REPLICA

El presidente del Gobierno, José María Aznar, rechazó las acusaciones de que el Ejecutivo se ha centrado en invertir en el AVE porque tiene más rentabilidad electoral y ha renunciado a renovar el resto de las infraestructuras. Recordó que está en marcha un plan de renovación de infraestructuras por valor de 100.000 millones de euros.