Los ministerios de Fomento de España y Portugal --en este caso a través de la Red Ferroviaria de Alta Velocidad (RAVE)-- manejan en estos momentos hasta 9 posibles ubicaciones de la estación internacional del AVE que se construirá en el entorno de la frontera de Caya tal y como se aprobó en la última cumbre hispanolusa celebrada a finales del año pasado en Badajoz.

Así lo revela el pliego de prescripciones técnicas aprobado para el proyecto del Estudio de localización, accesibilidad y dimensionamiento preliminar de esta infraestructura, un estudio cuya redacción será adjudicada en los próximos meses. Este documento técnico, al que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA, ha sido elaborado por la Agrupación Europea de Interés Económico Alta Velocidad España Portugal --el AEIE-AVEP--, organismo en el que están representados ambos países.

MUCHAS OPCIONES En este pliego de prescripciones técnicas se explica que "según el avance de los trazados del tramo transfronterizo" se han previsto "como mínimo nueve emplazamientos posibles para la estación internacional", dentro de la línea de alta velocidad Madrid-Badajoz-Lisboa. Según avanza este mismo documento, varias de estas opciones --que el documento no llega a concretar-- están en España, otras en Portugal y alguna se sitúa justo en la frontera.

El objetivo de la empresa que finalmente elabore este estudio es muy claro: presentar un documento que "defina las alternativas posibles" para "apoyar el proceso de decisión para la elección de la más ventajosa desde los puntos de vista técnico, medioambiental y socioeconómico". Es decir, que se trata de un informe técnico no vinculante en el que se basarán los responsables políticos a la hora de adoptar la decisión definitiva.

Además, el estudio deberá definir las instalaciones con las que tendrá que contar la estación y establecer cuál será su presupuesto.

TRES FASES DE TRABAJO Para todo ello la Agrupación Europea de Interés ha distribuido el trabajo en cuatro fases diferenciadas. En primer lugar la empresa tendrá que estudiar los trazados proyectados y los estudios de mercado llevados a cabo hasta el momento para el corredor extremeño de alta velocidad, al tiempo que deberá actualizar los datos de las futuras demandas de viajeros y mercancías.

El segundo paso se centrará en el diseño básico de este nuevo complejo ferroviario. La empresa deberá estudiar varios escenarios que pasan, por ejemplo, por una estación conjunta de pasajeros y mercancías, la posible instalación de una plataforma logística en el entorno e incluso la implantación de una estación técnica de mercancías que se dedique de forma exclusiva a regular este tipo de tráficos.

La tercera fase del estudio es la más importante, puesto que consiste en el análisis de las alternativas de ubicación que aún están sobre la mesa. En este sentido, se tendrán en cuenta varios factores, según detalla el pliego de prescripciones técnicas.

En primer lugar se analizarán en profundidad las áreas de influencia, tanto de las conexiones de alta velocidad como de los enlaces de ferrocarril convencional. Asimismo, la empresa deberá valorar el impacto que tendrá la estación en el desarrollo de las ciudades del entorno y la estructura poblacional de la zona, así como las previsiones demográficas que hay a medio y largo plazo.

Otro de los factores, quizás uno de los más importantes, será el de la accesibilidad para los ciudadanos de cada uno de los posibles emplazamientos, de forma que se determinará en cada caso cuántas plazas de aparcamiento habría que crear en la estación.

Por último, la empresa deberá determinar el potencial comercial de todas las opciones que se manejan. En esta línea, el estudio determinará la capacidad de generar ingresos adicionales que tiene cada ubicación. A la hora de valorar este aspecto se analizará la calificación urbanística de los terrenos colindantes y se elaborará un catálogo de las posibles actividades que podrían desarrollarse en el interior de la propia estación.

Estas tres primeras fases del estudio deberán completarse en un plazo de 5 meses, y cumplido ese plazo la empresa deberá entregar un avance de los resultados a la Agrupación Europea de Interés Económico AVEP, de forma que --según los plazos establecidos-- entre mayo y junio del año que viene podría conocerse la propuesta de ubicación de la estación internacional.