¿Un hombre hecho a sí mismo o un iluminado? La imagen de Xavier Gabriel con la oreja pegada al móvil y un enorme Cohiba entre los dedos dio ayer la vuelta a España y parte del extranjero. Desde 1986, este empresario de 47 años, que ha popularizado la población de Sort hasta extremos insospechables, ha llegado a repartir más de 900 millones de euros (150.000 millones de pesetas) con un total de 22 premios de lotería distintos. Si de algo se precia mister Sort es de su olfato para los negocios. Para el sorteo de ayer, la administración de La Bruixa d´Or había vendido 6.000 de los 65.000 números que entran en el bombo, lo que significa que casi el 10% de las bolas correspondían a décimos despachados en su establecimiento. Las ventas medias de una administración de tamaño normal son de unos 400 números. Lo suyo es pues, simplemente, un cálculo de probabilidades.

En todo este año, ha vendido más de 42 millones de euros. Es incapaz de cifrar cuánto dinero ha repartido en premios, pero sólo el gordo del sorteo de ayer supuso 390 millones de euros. A él, le corresponde una comisión de entre el 1% y el 4% sobre el importe vendido.

Aprendió el oficio de empresario en el estanco que sus padres regentaron durante años en Sort y aprendió a gestionar los primeros capitales como empleado de banca. El agosto de 1986 obtuvo la licencia para abrir la primera administración de lotería de Sort. "Al principio, como estaba obligado a vender un mínimo de décimos para mantener la oficina, se pasaba la semana recorriendo el Pirineo, de Vielha a Isona", recuerda su madre, Maria Lliset. El primer golpe de suerte de Gabriel fue un tercer premio de Navidad en 1991, con el que repartió unos 3.000 millones de pesetas por toda la comarca.

Pionero en su gremio, Gabriel puso en marcha una página web propia a finales de 1995, una iniciativa osada para un pequeño negocio del Pirineo de Lleida. La ciberlotería supuso la eclosión definitiva del negocio, asegura. La clientela se disparó. Desde la entrada en internet, Gabriel no ha dejado de batir récords.

El lotero aseguraba ayer que no se jubilará "hasta que consiga repartir, en un mismo año, el gordo de Navidad y el de Reyes". Va camino de lograrlo, pero vaticina que el próximo 5 de enero se conformaría con "vender el segundo premio. Con eso me daría por satisfecho".