Muchísimos vecinos de la localidad cacereña de Talayuela resultaron ayer tocados por la diosa fortuna, con 1.442 euros (240.000 pesetas), al resultar agraciados con el quinto premio del sorteo especial de la lotería de Navidad.

El número 457 se repartió en ventanilla en participaciones de 6 euros, "si exceptuamos unos ocho décimos que hemos vendido aparte", indicó ayer el hijo de la propietaria de la administración talayuelana, Rafael Monforte.

El total del dinero que llegó a Talayuela procedente de los bombos de la lotería asciende a 625.040 euros (103.997.905 pesetas), ya que fueron vendidos 130 décimos del número 457, "a razón de 4.808 euros (800.000 pesetas) el décimo", explicó Monforte, que además reconoció haberse quedado con uno de los décimos premiados.

Pese a ello, el ambiente, tanto en los bares como en la calle, apenas denotaba que había tocado la lotería. La travesía principal aparecía semidesierta, formando el mayor grupo de transeúntes los periodistas que deambulaban de un lado para otro buscando agraciados. En el Bar España estaba el alcalde, José Moreno, quien aseguró no haber adquirido ninguna participación. "No he jugado nada en ese número, pero estoy muy contento porque ha tocado a muchísima gente humilde de mí pueblo".

En cambio, con el primer edil estaba Luis Baños, que tenía un décimo compartido con sus tres hijos. Otra de las afortunadas con dos participaciones es Angélica Jiménez, quien aseguró que se está "haciendo una casa, y por lo menos tendré para comprar la encimera que me faltaba".

Los premiados surgían poco a poco y la monotonía de las cantidades se repitió hasta que apareció junto a la administración Antonio Vargas, exultante de alegría porque le habían tocado "240.000 pesetas, y además he sido padre esta misma mañana de una niña a la que pondremos el nombre de Melody".

En cuanto al premio, señaló que 1.442 euros "son tan poca cosa, que como invite a cenar en Nochebuena a mis doce hermanos, veremos si no tengo que arrimar dinero".

EL JUEGO MUSULMAN

Por lo que respecta al alto porcentaje de población musulmana que reside en Talayuela, tanto la propietaria de la administración, Patrocinio Pérez, como su hijo, Rafael Monforte, no creían que hubiera "muchos agraciados, ya que tienen poca afición a jugar, posiblemente porque ellos no celebran la Navidad". Sin embargo no descartan la posibilidad de que "pueda haber algún senegalés que haya sido premiado. Estos suelen comprar algo de lotería, aunque se inclinan más por la Primitiva".

Como en toda celebración lotera que se precie no faltaron las botellas de champán, mientras otros brindaban en los bares con cerveza. "Por lo menos algo es algo, y menos da una piedra, decía Luis Hornero a la puerta del Bar Chopi", mientras Pilar Domínguez advertía que "por un número no ha caído el tercero en Cetarsa".