Configurar la política regional en materia forestal a 30 años. Esta es la labor que la Junta de Extremadura está ultimando con la revisión del Plan Forestal de Extremadura, aprobado en el 2004, cuyo borrador estará listo antes de final de año. Así lo anuncia el presidente de la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medio Ambiente, Francisco Castañares, que también fue director general de Medio Ambiente, satisfecho con la participación de todos los sectores implicados en esta revisión.

--¿Por qué se revisa Plan Forestal a los 4 años de su aprobación?

--En los primeros años de vigencia del plan han surgido elementos nuevos que no estaban previstos, como ha ocurrido en otras comunidades. Ha cambiado la capacidad de absorción de CO2 y la lucha contra el cambio climático es un elemento determinante en estos momentos. Además hay un nuevo instrumento financiero de la Unión Europea, el Fondo Europeo de Desarrollo Rural. Estos elementos afectan al fondo de la cuestión, por lo que se ha aprovechado para revisar el conjunto de la política forestal, introducir un nuevo elemento de participación de ciudadanos y colectivos y aprovechar la potencialidad de producción energética que tiene el bosque.

--¿Es factible entonces elaborar un plan a 30 años si en 4 ya se han producido estos cambios?

--Probablemente en los próximos cuatro años habrá que volver a realizar ajustes, pero se trata de establecer un periodo que coincida con el estado de madurez de la mayor parte de las especies forestales. Un plan como el forestal extremeño, del que parten los planes de ordenación de los montes, establece objetivos que valen para todo el territorio y no pasa muchos casos de ser un buena declaración de intenciones si no fuera por el presupuesto, el compromiso de gasto que se establece como ideal para afrontar el cumplimiento de los objetivos. Eso sirve para conseguir financiación europea.

--¿Qué demandan las empresas?

--Queremos que se haga una apuesta por la estabilidad de las inversiones, para consolidar las estructuras empresariales y mantener el empleo. Nos interesa la capacidad de generación de riqueza del bosque, por tanto deben ser empresarios y sindicatos los que firmen y pacten junto con la Administración el documento final después de oír a todos.

--Ha dicho que el nuevo plan puede crear 10.000 empleo estables...

--Al año invierten de 30 a 35 millones por parte de las administraciones. Estos generan 750.000 jornales anuales, que equivalen a 5.000 empleos estables. Si conseguimos estabilizar la financiación estaremos garantizando la estabilidad en el empleo y nos permitirá además especializar la mano de obra. Las inversiones previstas, con el aprovechamiento de residuos, pueden convertir los 5.000 empleos equivalentes que ahora no son estables en 10.000 que sí lo son. Para eso lo único que hay que hacer es estabilizar la inversión. Esto permite mejorar la formación y la cualificación, y por tanto, la calidad, invirtiendo en desarrollo tecnológico.

--¿El plan prima más el empleo o la conservación del medioambiente?

--Son perfectamente compatibles. No hay que optar entre una u otra. La conservación del medioambiente necesita la actuación de empresas y trabajadores. Al final de la vida útil de un bosque, unos 90 años, éste ha estado dando restos que se utilizan para biomasa, para madera, para papel,.... todo eso ha significado una creación de empleo muy importante. ¿Hemos creado un problema al medioambiente? No, todo lo contrario, hemos conseguido que el bosque esté en su mejor estado de formación, crecimiento y producción, y sea capaz de generar mayor diversidad biológica. Los que defiende que para conservar el medioambiente no hay que hacer nada, seguro que solo se acercan al campo el fin de semana.

--¿Cuál es el presupuesto previsto para estos 30 años?

--Es absolutamente espectacular, atendiendo a lo poco con que está acostumbrado el bosque, pero no es nada comparado con los rendimientos que dará. Hasta ahora se han invertido en Extremadura en los primeros años de vigencia del plan más 122 millones de euros, pese a la previsión de 107 millones. El nuevo plan prevé 3.500 millones de euros hasta el 2029, de los que la Junta aportará 1.500 millones en los 30 años. Frente a los 30 millones actuales nos vamos a ir a una media de inversión anual de 117 millones de euros. Es un objetivo muy ambicioso y si se mantiene será un elemento que de verdad cambie muy profundamente la política forestal en la región.

--¿Llegará a ser una ley?

--La conclusión será hacer una ley probablemente que sustituya a la anterior y que dé cobertura jurídica al plan, para que obligue y comprometa. Nos interesa mejor una ley que un decreto porque queremos que haya el gobierno que haya sea un compromiso de todos.

--¿Cómo afecta el cambio climático? ¿Somos conscientes?

--No somos conscientes ni aquí ni en ningún lado, aunque tiende a aumentar desde la creación de Naciones Unidas del grupo de expertos que anunciaba cosas que ya vienen ocurriendo: lluvias fortísimas, inundaciones espectaculares, periodos de sequía, aunque en todas partes no se va a manifestar igual. Nosotros estamos en una franja en la que se van a notar y se notan mucho más estos efectos, es decir, hay una oscilación más grande de fenómenos meteorológicos. Todo lo que se invierta en bosque se va ahorrar después en medidas extraordinarias para combatir el cambio climático.

--El plan atiende la producción de biomasa, ¿cuál es la situación?

--De momento solo hay previsiones de futuro. El bosque tiene el potencial de generar de un millón de toneladas anuales de residuos que no se están aprovechando ahora. Esto puede traducirse en utilización de energía eléctrica en 125 o 150 megavatios y en la creación de 2.500 a 3.000 empleos directos e indirectos. Hace tres o cuatro años estábamos quemando los restos en el bosque, ahora se ha empezado a triturar, pero hay que dar un paso más y aprovechar esos restos para para energía eléctrica o térmica.

--Esta revisión mejora la capacidad de absorción de CO2...

--El Protocolo de Kioto establecía para el 2012 que podíamos crecer como país un 15% de los niveles de contaminación que estábamos generando, como país es verdad que lo hemos pasado, pero como Extremadura no hemos llegado. Nosotros tenemos capacidad de soltar a la atmósfera siete u ocho millones de toneladas de CO2 que el bosque absorbe en las condiciones en las que está ahora. El resultante de esa inversión absorberá más del doble.