--¿Qué persigue el programa Por el buen trato ?

Difundir los mecanismos para la detección y la notificación de los casos de maltrato infantil, y hacer llegar esa difusión a los profesionales que, por su contacto directo con los menores, pueden tener en su mano dicha notificación. Esos profesionales son concretamente de cuatro áreas --por eso hay cuatro guías-- que son el ámbito sanitario, policial, educativo y los servicios sociales. En las guías se especifica cuáles son los indicadores que pueden aparecer, por ejemplo, en el ámbito sanitario se detallan aquellos indicadores que pueden observarse y hacernos sospechar que un niño está siendo maltratado.

--La iniciativa incluye acciones formativas en las que participarán casi cinco mil miembros de las fuerzas de seguridad. ¿Tiene especial importancia este sector?

--No es que les demos especial importancia, es que en un hospital, por ejemplo, solo necesitamos llegar a los profesionales que están más en contacto con los menores. En cambio, en el caso de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local, queremos llegar a todos y cada uno, porque todos ellos pueden estar en un momento determinado ante situaciones de maltrato infantil.

--O sea, se trata de enfrentarse a uno de las mayores obstáculos: la falta de denuncia.

--Claro. No es que haya pocos casos que se denuncian, probablemente hay muchos, pero aún quedan más por denunciar. Y a esos son a los que queremos llegar, a los que quedan ocultos porque no han sido detectados o porque alguien que no conoce la forma de notificarlo. En ese sentido, otro de los objetivos de esta campaña es sensibilizar a la población para que todos asumamos nuestra responsabilidad de notificar aquellas situaciones que nos parezcan sospechosas. En estos casos, el recurso más fácil es el Teléfono de Atención al Menor (900.500.331), que es gratuito y funciona 365 días al año y 24 horas al día.

--Este año el número de denuncias ha disminuido, pero suele oscilar, ¿por qué?

--Estos vaivenes se producen porque en un momento determinado hay una mayor concienciación. Pero, por encima de todo, el objetivo no es tanto que suban o bajen los casos de maltrato notificado, sino que aumente la sensibilidad de la población y de los profesionales. No podemos estar a expensas de la buena voluntad, sino que todos los profesionales tienen un conocimiento exhaustivo de cómo detectar una situación de maltrato y que no se inhiban en ningún caso.