1. ¿Está a favor de la fusión de las cajas extremeñas?, ¿por qué?

Sí, siempre que se haga con prudencia y sabiendo lo que se tiene entre manos. Es fundamental que se parta de un planteamiento serio, y más con la que está cayendo en estos momentos.

2. ¿Cree que supondrá una pérdida de puestos de trabajo

No, no es inevitable. Es algo que debe de evitarse a toda costa. Es posible hacer la fusión sin que se pierdan puestos de trabajo. Otra cosa es que se vaya a mantener todo como está ahora. En el proceso habrá cierta tensión y se producirán solapamientos aunque, afortunadamente, no serán muchos, porque las dos cajas tienen ámbitos geográficos de actuación bastante diferenciados. El que no se perjudique a la plantilla es una de las grandes preocupaciones del obispado.

3. ¿Qué aportaría a la economía extremeña?

La entidad resultante tendrá unos recursos mayores y por tanto podrá colaborar mejor con el desarrollo del tejido económico e industrial de la región y con el progreso de la sociedad.

4. ¿Considera que el proceso se verá afectado por la crisis?.

La crisis hay que tomarla como un periodo del que hay que salir fortalecidos. Esta fusión debe verse como un primer paso hacia otras fusiones que ya, necesariamente, deberán realizarse con entidades de otras regiones, porque la caja resultante no dejará de ser de tipo medio. En este momento de crisis hay que ganar músculo financiero.