"Sé bien que la concesión de esta medalla se debe más a la generosidad de quienes me la han concedido que a mis propios méritos", comenzó diciendo Francisco Rubio Llorente. En todo caso, comentó que "si he contribuido a mejorar Extremadura, sólo Dios lo sabe, yo creo que sí, porque Extremadura es parte de España y siempre he trabajado por España".

Manifestó que entre los méritos que se le atribuyen sólo hay uno del que responde por completo "que he sido siempre, en mis 78 años, radicalmente extremeño y me he jactado de serlo allí donde he estado". Dentro de esta vinculación a Extremadura, el constitucionalista señaló que nunca ha dejado de visitar Berlanga, su localidad natal "porque es parte de mi ser y el único lugar del mundo donde me he sentido en casa". Por ello, dijo estar especialmente contento "por mis paisanos", y dio las gracias "en nombre de Berlanga al resto de Extremadura".