Las enfermedades mentales, sobre todo la ansiedad y la depresión, afectan a unas 100.000 personas en Extremadura a lo largo de un año, según datos de la Consejería de Sanidad. Muchas de estas personas ni siquiera se tratan como deberían con profesionales sanitarios, y en torno a 800 pasan por los hospitales psiquiátricos de Mérida y Plasencia.

Pero, cuál es el perfil de estas personas. El Servicio Extremeño de Salud (SES) realizó el pasado año un estudio que desvelaba que la edad media de los pacientes ingresados en los psiquiátricos es de 60 años, que la estancia media es de 20 años --hay internos que llevan más de 70 años-- y que el 40% de estos pacientes sufre retraso mental, mientras que del 60% restante, tres de cada cuatro sufrían psicosis y dos de cada tres esquizofrenia.

A este respecto, distintos estudios avalan que una de cada cuatro personas sufrirán una enfermedad mental a lo largo de su vida, por lo que este tipo de patologías son mucho más comunes de lo que se piensa. No en vano, los equipos extremeños de Salud Mental atienden entre 35.000 y 40.000 pacientes cada año.

Además, los centros de rehabilitación psicosocial de Extremadura atienden cada año a unos 500 extremeños.