Soplan vientos de recuperación en la economía europea sólo enturbiados por los nubarrones que parecen seguir anclados sobre Alemania, un país que en los últimos años se ha convertido, pese a su indudable potencia, en el auténtico freno de mano de la economía de la Europa de los Quince.

Según el informe de las Cámaras de Comercio de Europa, las perspectivas apuntadas por los empresarios europeos revelan que están convencidos de que la ansiada recuperación económica se materializará este año. En este sentido, aumentarán las cifras de negocio, un crecimiento apoyado en la mejora de la demanda interna y en el nuevo impulso que registrarán las exportaciones.

Sin embargo, las compañías no quieren echar las campanas al vuelo y "perciben riesgos" que pueden frenar la recuperación. El efecto inmediato, la práctica paralización del aumento de empleo y de nuevas inversiones. En este contexto, España --y dentro de España Extremadura-- se sitúa entre los países que afrontan el 2004 con mejor cara.

En lo que se refiere al empleo, nuestro país mantiene las mejores expectativas, mientras que los empresarios de Alemania, Holanda y Portugal tienen previsto reducir sus plantillas. En el caso germano esta situación afectará a casi la cuarta parte de las empresas. En términos de inversión Grecia se sitúa como líder destacado y sólo Alemania experimentará --por quinto año consecutivo-- un retroceso en este aspecto.

España, la primera

España también lidera el capítulo de ventas nacionales y es el segundo país, tras Austria, que más espera que crezcan sus importaciones. Por el contrario, Gran Bretaña cree que se reducirán.

Si se analiza la clasificación de las regiones europeas en función de las expectativas de crecimiento de sus empresarios sólo hay siete zonas de toda la UE en las que las compañías temen entrar en una grave crisis... todas ellas en Alemania.

Por el contrario, todas las comunidades autónomas españolas se sitúan por encima de la media europea, incluso Baleares, debido a que en el 2004 se espera que se recupere el sector turístico.

Destaca la situación que atraviesa Italia, ya que sus empresarios afirman que crecerán, pero siempre por debajo de la media europea.