El Cuerpo Nacional de Policía mantenía a última hora de ayer abierta la investigación en torno al presunto homicidio ocurrido la noche del pasado miércoles en pleno centro de Cáceres. En el suceso, como adelantó ayer en exclusiva EL PERIODICO EXTREMADURA, perdió la vida a consecuencia de un disparo mortal Agustín Garzo Bravo, un joven de 24 años, natural y vecino de Casar de Cáceres, según confirmaron a este diario fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

La investigación policial baraja que los hechos tuvieron lugar, en torno a las once de la noche, en el interior del tercer piso del número 11 de la calle Pintores, centro comercial por excelencia de la capital y antesala de la movida. A esa hora, una llamada telefónica realizada desde un establecimiento de hostelería --situado frente al bloque 11-- alertaba al Servicio de Emergencias 112 de la presencia de un joven inconsciente en el portal.

El equipo médico llamó posteriormente al Cuerpo Nacional de Policía y a la policía local. Agustín Garzo, aún con vida, fue trasladado al hospital San Pedro de Alcántara. Los médicos del 112 trataron de mantener sus constantes vitales, pero el joven ingresó cadáver en el centro hospitalario sobre las 23.30 horas.

Según el parte médico, el fallecido presentaba una herida de bala, con orificio de entrada pero no de salida. El proyectil, que entró por el cuello, se encontraba alojado en su tórax. Médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Cáceres le practicaron ayer la autopsia, que se prolongó entre las nueve y las once de la mañana. El informe forense no ha trascendido a la prensa.

SECRETO DE SUMARIO Más de 15 agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Cáceres continuaban ayer la labor investigadora, mientras la juez titular del Juzgado número 3 de Cáceres, María Luz Charco, iniciaba la instrucción del caso y decretaba el secreto del sumario.

La policía realizó ayer el registro domiciliario del piso donde presuntamente se produjeron los hechos. Fuentes vecinales comentaron que la vivienda estaba habitada desde hacía unos 15 días por una pareja con un niño pequeño y que tenían un perro, del que ayer se hizo cargo la protectora de animales.

Todo apunta a que Agustín Garzo se encontraba en este piso acompañado por al menos dos o tres personas, aunque no hay confirmación oficial sobre este extremo. También se indica que, una vez ocurridos los hechos, la víctima bajó hasta el portal. Sus acompañantes podrían haber realizado la llamada al 112, pero lo cierto es que cuando llegó la policía se habían dado a la fuga.

Aún se desconoce si los inquilinos del piso están implicados en los hechos. Por otro lado, y según vecinos de Casar de Cáceres, Agustín Garzo regentaba un bar en el centro histórico cacereño desde hacía aproximadamente un mes. Por eso no se descarta que el asunto pudiera estar relacionado con un ajuste de cuentas, aunque también podría tratarse de un accidente o de un disparo fortuito. El vecindario confirmó que el escenario del presunto crimen es una vivienda alquilada "de la que entraba y salía mucha gente joven".