Los productos frescos, especialmente las frutas y las hortalizas, comienzan a recuperar los precios de comercialización al público que tenían antes del paro patronal llevado a cabo hace dos semanas por el sector del transporte por carretera. De esta forma, se han superado ya las subidas experimentadas por este tipo de alimentos a raíz de los problemas de abastecimiento provocadas por la huelga de transportistas y por el aprovisionamiento de los ciudadanos y su valor en el mercado comienza a ajustarse "a la normalidad", según han confirmado los responsables de Mercabadajoz, la empresa de referencia en Extremadura en la distribución mayorista de frutas, hortalizas y pescado.

"Los precios han comenzado a situarse en los parámetros normales, los que había una semana antes de la huelga del transporte", explica Ramón Muñoz, gerente de esta superficie con sede en Badajoz y con un área de influencia que se extiende a prácticamente toda la región extremeña, parte de Andalucía --especialmente la provincia de Huelva-- y el Alentejo portugués.

Y es que el paro de los transportistas se ha dejado sentir no solo en los mostradores de mercados y comercios, sino también en el bolsillo del ciudadano. En este sentido, desde Mercabadajoz apuntan que productos como el tomate o el pimiento verde llegaron a rozar los dos euros por cada kilo, es decir, el doble que antes de las protestas del sector del transporte. Así, actualmente y desde la semana pasada, estos alimentos pueden adquirirse a apenas un euro por kilo, al menos en esta gran superficie especializada en la venta al pequeño y mediano comercio.

LOS MOTIVOS DE LA SUBIDA La causa de la subida es simple, tal y como explican en el sector. "Se produjo una psicosis colectiva. Ante el aumento de los costes de oportunidad en periodos de problemas abastecimiento, hubo comercios que acapararon mucho producto para luego intentar aprovechar la situación y subir los precios. Pero también hubo otros que no fueron previsores y se quedaron pronto sin género y sin la posibilidad de que los camiones les llevaran más género; estos han tenido que buscar alternativas para su suministro y eso les ha supuesto mayores costes", señala Muñoz, que también recuerda que los precios este año son bastante altos por las constantes subidas del IPC en los últimos meses. Por tanto, en el sector se habla de comercios que han tratado de especular con los precios ante las carencias de algunos productos y de otros que, para paliar el incremento de los costes --por tener que buscar mecanismos alternativos para reponer sus estanterías--, han trasladado esa subida al precio de venta al cliente.

Sin embargo, no todos los productos han sufrido la misma tendencia ni han padecido en condiciones similares el efecto del paro de los transportistas. Frutas como las naranjas, las manzanas o las peras, que se pueden conservar durante mayor tiempo en cámaras de refrigeración, "apenas han variado su precio" en las últimas semanas. Y algo similar ha ocurrido con el pescado: "Como durante la huelga no llegaba género, no lo hemos notado. La pescadilla, la sardina o la trucha cuesta prácticamente lo mismo que hace dos semanas", aseguran desde la jefatura de mercado.

Por su parte, los tomates, los plátanos, los pimientos o las lechugas han sido algunos de los productos que han experimentado los encarecimientos más importantes a raíz de la huelga, aunque ya han vuelto a valores normales. Pero también hay casos de algunas hortalizas y frutas que cada vez tienen un precio menor. Es el caso por ejemplo de la sandía, que en las últimas semanas superaba el euro por kilo y ya se acerca a los 50 céntimos de euro, al menos en Mercabadajoz. "En estos casos hay que tener en cuenta que están al inicio de su temporada y, ante la abundancia del producto, este se abarata", apunta Muñoz.

CEREZAS, EL DOBLE DE CARAS Todo lo contrario está ocurriendo con la cereza, que en Mercabadajoz se comercializa al doble del precio habitual a estas alturas del año en anteriores campañas, según los responsables de este establecimiento. El motivo reside en los daños provocados por las lluvias de mayo y principios de junio en las cosechas del valle del Jerte y de La Vera, así como la paralización de la producción por el paro del transporte por carretera, han encarecido el kilo de picota extremeña.

La compañía mayorista extremeña asegura que durante la semana de huelga no sufrió problemas de abastecimiento, salvo en el caso de los productos de pescadería, y que muchos comercios utilizaron medios propios para evitar la falta de género.