La mayoría de los incendios que han afectado a Portugal desde hace 20 días, los más graves de las últimas décadas, estaban ayer bajo control tras haber dejado tras de sí un panorama desolador: 15 muertos, casi 200.000 hectáreas quemadas y unas pérdidas estimadas en 925 millones de euros (154.000 millones de pesetas). La superficie calcinada es un 14% dentro de parques naturales.

Ayer seguían activos focos cerca de Leiria, Portalegre y Faro, pero la situación era optimista al haber bajado el calor y aumentado la humedad. Unos 2.000 bomberos y 800 soldados siguen en alerta. Ante esta situación, el gobierno de centroderecha que preside Durao Barroso estudia la concesión de un subsidio para los trabajadores de empresas afectadas por los incendios que desde hace más de una semana devastan Portugal. El citado subsidio podrá ser aplicado por un periodo de tres meses y cubrirá entre el 75% y 80% del salario de los trabajadores. Las pérdidas económicas por el fuego ascienden a 1.000 millones de euros.