Un simple dato sirve para explicar lo que sucede en Bagdad y entender por qué la castigada población iraquí empieza a estar furiosa contra unas fuerzas de ocupación que no imponen el orden. Después de dos horas y media recorriendo toda la ciudad, después de ver arder el Ministerio de Comercio y otros dos edificios, después de comprobar que Bagdad sigue siendo una ciudad sin ley, los únicos policías iraquís que este periodista pudo ver en todo el día estaban charlando con los marines en la recepción del hotel Palestina. Ni rastro de las anunciadas patrullas conjuntas. Ni rastro de polvo en sus nuevos uniformes verde oliva.

La indignación por los pillajes de los Alí Babá --como llaman los iraquís a los ladrones que saquean Bagdad-- crece en una ciudad en la que el rechazo a la manera como EEUU ha estrenado la ocupación se masca en los gritos de los que cada día se manifiestan frente al hotel Palestina. Sin ánimo exhaustivo, además de los incendios ayer hubo un intento de asalto a un hospital e incidentes en los que se vieron involucrados varios periodistas.

ANIMADVERSION

Y es que la animadversión contra EEUU y su forma de manejar la posguerra se extiende por Irak como una mancha de su preciado petróleo. En Nasiriya, miles de manifestantes --algunas fuentes hablan de 20.000-- protestaron ayer contra la reunión de la vieja oposición en el exilio celebrada en la ciudad. "Sí a la libertad, sí al islam, no a América, no a Sadam", gritaban los manifestantes, en su mayoría shiís.

"He oído que hay policías, pero no los veo. ¿Usted los ha visto?". No había ironía en la pregunta de Ali al Shameri, un agente de seguros, sino esperanza de que en algún lugar de Bagdad alguien impone el orden. "Los saqueadores están destruyendo más que los bombardeos", se lamentaba.

COMUNICADO DE EEUU

Hay que reconocer que no es tan fácil frenar un caos de esta magnitud sin tomar medidas como el toque de queda. Y, por otro lado, hay detalles que no eran fáciles de prever: valga como ejemplo que para arreglar la central eléctrica son precisas unas piezas que no se encuentran a causa de la antigüedad de la instalación.

Tal vez por eso, el Centro de Operaciones Civiles (COC) de las fuerzas estadounidenses distribuyó un comunicado --escrito a máquina en inglés y a mano en árabe, ya que no disponen de ordenadores en este idioma-- en el que piden "ayuda" a la población para restablecer el orden.

Además de dar instrucciones de comportamiento ante los marines, el comunicado pide que "cualquier persona que trabaje en servicios públicos o sea bombero, médico o policía" se presente en el hotel Palestina para contribuir a acabar con el caos provocado por "las fuerzas terroristas extranjeras asociadas con el régimen de Sadam Husein".