Las obras del proyecto de conversión de la actual carretera regional Ex-100 (entre Cáceres y Badajoz) en autovía comenzarán a licitarse después del verano, según las previsiones que maneja la Consejería de Fomento de la Junta de Extremadura.

El proyecto se encuentra actualmente dentro de la fase de estudio informativo y ha superado el plazo de información pública. De esta forma, la administración está ahora a la espera del visto bueno a la Declaración de Impacto Ambiental, que es el trámite previo a su aprobación definitiva y al inicio del proceso de licitaciones.

Pero para ello, antes deberá superar el análisis del Ministerio de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, así como del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. En este sentido, el Ejecutivo regional ha recibido un total de 422 alegaciones al proyecto, buena parte de ellas de carácter medioambiental y sobre el impacto que esta infraestructura puede tener en el entorno de la sierra de San Pedro. Una quincena corresponde a distintas administraciones --desde el Ministerio de Fomento, a ayuntamientos e incluso otras consejerías de la Junta--, nueve son de organizaciones ecologistas y 398 pertenecen a particulares y propietarios de terrenos que se verían afectados --solo 21 de ellas no se refiere a cuestiones medioambientales--, según los datos facilitados por la Consejería de Fomento.

Una vez superado todo este trámite --"previsiblemente después del verano", advierte la Junta-- se comenzarán a licitar los proyectos, que contarán con un plazo de redacción de 12 meses.

Hay que recordar que la opción propuesta por el Ejecutivo regional para convertir en autovía la Ex-100 sería un trazado paralelo a la actual carretera ya que, según indica, tiene menor impacto ambiental y reduce el tiempo de viaje. Su presupuesto será de 320 millones de euros.