El primer dirigente del PP en valorar positivamente el alto el fuego de ETA fue Alberto Ruiz-Gallardón, quien calificó la noticia como "una de las más importantes en los últimos años". Antes de que Rajoy hiciera pública su reacción, el alcalde de Madrid se dirigió hacia donde se encontraban los periodistas para mantener con ellos una conversación informal. En ella, comentó que el anuncio de ETA marcaba "un punto de inflexión" aunque merecía ser analizado con prudencia y detenimiento. Gallardón no entró en más detalles y recomendó a los medios de comunicación que esperasen a la valoración que iba a hacer el presidente de su partido.

El presidente balear, Jaume Matas, fue más optimista al hablar de una "buena noticia para todos los demócratas" y señalar que ahora a España se le presenta "una gran oportunidad". Matas, que hacía una visita a los militares destinados en Mostar, precisó que la noticia era "esperada aunque eso no le resta ningún mérito" y confió en que suponga "el fin de ETA". Matas recomendó a los partidos actuar "sin fisuras y con transparencia".