El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, recurrió fundamentalmente al respaldo popular con el que cuenta la candidatura de la capital para pedir a los delegados su apoyo.

Para abrir la intervención española, el primer edil subrayó que el 86 por ciento de la población, según una encuesta del COI, respalda a Madrid 2016, y que los tres niveles de gobierno -nacional, regional y local-- está unánimemente a favor de este proyecto. "Tienen mi compromiso personal de que tanto yo como el equipo actual de Madrid 2016 estaremos involucrados en el proyecto durante los próximos siete años si nos conceden el honor y el privilegio de albergar los Juegos en el año 2016", añadió.

Asimismo, recordó que ésta es la tercera vez que la capital se presenta a esta carrera, lo que demuestra la "deportividad" de los madrileños. "No haberlo conseguido en anteriores ocasiones no supone un fracaso. En el deporte el único fracaso es rendirse. Tengo la certeza dentro del corazón de que siempre se puede aprender del pasado si se cuenta con la determinación y el compromiso para triunfar. Y nosotros tenemos ese compromiso", opinó.

Arropado por figuras de la importancia del Rey don Juan Carlos y la Reina doña Sofía, del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y del presidente de Honor del COI, Juan Antonio Samaranch, el primer edil no hizo mención en ningún momento a la rotación continental ni a su argumento de que tiene más importancia la "rotación cultural".

Sin embargo, sí agradeció a los responsables de las candidaturas de Chicago, Río de Janeiro y Tokio "el gran trabajo" realizado en los últimos tres años, desde que las cuatro ciudades pasaron de aspirantes a candidatas.

En la segunda parte de su intervención, tras Zapatero y previa a las palabras de don Juan Carlos, Gallardón leyó una carta poniendo "voz a millones de madrileños y españoles" para expresar su "deseo de que los Juegos Olímpicos" lleguen a Madrid. "Les ofrecemos nuestro trabajo, nuestra constancia y nuestro talento, con generosidad y con responsabilidad, y también nuestra amistad", apostilló.

"Tenemos un proyecto excelente, apoyado por los ciudadanos de Madrid, que son de 180 nacionalidades y conviven felices en la ciudad. Juntos soñaremos y sufriremos. Cambiará nuestra vida. Lo sentiremos juntos. Y lo recordaremos siempre", zanjó.