El jefe de la División Brunete, general Emilio Pérez Alamán, reconoció ayer que "hay preocupación" por la situación "crítica" de Irak. Y lo hizo en una breve comparecencia con el jefe accidental de la brigada XI de Bótoa, Juan Nardiz, en el Aeropuerto de Badajoz, al que acudió a recibir al último de las fuerzas extremeñas procedentes de Kosovo, 157 personas con el coronel Luis Martín Aragonés al mando, quien pronto se incorporará a su nuevo destino en la Escuela de Guerra, en Madrid.

Preguntado si las tropas en Irak iban preparadas para enfrentarse a una guerrilla, o a labores de reconstrucción y mantenimiento de la paz, aseguró que "las misiones se van cumplir con arreglo a las órdenes. Atendemos a dos hipótesis: la más posible y la más peligrosa". Para ésta, dijo, "se adoptan las medidas de seguridad; la posible era a lo que íbamos, la estabilización de la zona, ayuda a la reconstrucción, pero en un sitio de mucha inestabilidad y por tanto, siempre cabía alguna situación como la que se da ahora mismo".

El jefe de la Brunete, que sin precisar fechas afirmó que está cerrado el calendario de regreso de las tropas una vez iniciado su relevo por legionarios de Almería, afirmó que "espero, y tengo ganas de estar aquí de nuevo antes de fin de mes para recibir al general Coll cuando haya terminado el relevo".

Cuando se le preguntó si había preocupación, respondió que "lógicamente, sí. No podemos decir que no estemos preocupados. Es un momento crítico y no descubro nada, en los telediarios se ve la agresividad con que reaccionan sunitas y chiitas. Hay un tanto de descontrol ahora mismo de la situación, que parece ser que se irá dominando poco a poco". Sobre el papel de la Plus Ultra para estabilizar la zona, manifestó que "es fundamental. Todo el país ha sido zona más caliente que la española, que es chiita, lo que ha dado lugar a que se pudiera hacer una labor de estabilización y reconstrucción".

Por otro lado, el coronel Luis Martín Aragonés destacó a su vuelta de Kosovo el cumplimiento de la misión encargada y la labor de las fuerzas españolas en aquel país, así como señaló que han estado permanentemente informados de lo ocurrido en Irak. "Tenga en cuenta que el capitán y los dos soldados heridos son del regimiento Saboya, son compañeros y la preocupación es lógica por los amigos y compañeros". Sobre los disturbios de Kosovo, dijo que fueron inesperados y que "la situación ahora es de calma y tensión".

En el vuelo de ayer llegó el último grupo de la brigada extremeña, que fue recibido por más de medio millar de familiares que rompieron en aplausos cuando comenzaron a bajar por la escalerilla del Boeing 737 de Aire Europa en el volaron.