El Pacto Local reconoce las competencias de los municipios en la gestión de las estaciones depuradoras de aguas residuales y de gestión de agua en alta (a través de las conducciones principales de la red). Eso sí, todo ello bajo la coordinación y supervisión de la Junta de Extremadura, que es la administración que tiene la última palabra en esta materia y la encargada de aprobar los proyectos sobre estas instalaciones en las localidades, y de las obras necesarias en ellas.