Igual que cuando Pasqual Maragall o José Bono anunciaron su retirada de la vida política, el anuncio de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de no presentarse a la reelección como presidente de la Junta de Extremadura ha generado un alud de elogios. Los primeros desde el Gobierno central, que subrayó que el barón socialista ha sido "uno de los grandes artífices de que España sea lo que es" y que, además, "se ha dejado literalmente todos sus pellejos personales y políticos por su tierra". Sin embargo, no todo fueron palabras amables y desde el PP, el portavoz, Eduardo Zaplana, subrayó que el histórico dirigente, como otros que defienden "un socialismo nacional", están "quitándose de en medio" o "aguantan cobardemente".

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, subrayó la labor de Ibarra en Extremadura que, consideró "no se conoce suficientemente". Además, mostró su confianza "en seguir contando con él en el partido". Del mismo modo, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, expresó "el respeto y la admiración" de todos los socialistas por Ibarra, ya que "ha sacado adelante" una comunidad "con unos niveles en cualquier ránking difíciles de arrancar".

Según el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, la decisión del presidente de Extremadura parece irreversible. Blanco relata en su blog que cuando Ibarra le comunicó su retirada, él intentó "en vano" convencerle de lo contrario. "No tuve éxito porque la decisión estaba madurada, medida y tomada. Las razones, las entiendo, Juan Carlos, son poderosas", escribe el dirigente socialista en su web.

El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, alabó ayer las "fuertes convicciones" de Ibarra y su "pasión a la hora de defenderlas, dentro y fuera del partido" y se mostró convencido de que "seguirá al servicio del partido dentro de sus límites", pese a su decisión.

De igual forma, tras conocer la noticia, el exministro de Defensa José Bono aseguró que le tiene "por un gran socialista y sobre todo, ahora que ha hecho público este anuncio, por un gran español". "Es un patriota y merece la pena destacarlo".

En cuanto a la sucesión de Ibarra, el secretario general del PSOE en el Congreso, Julio Villarrubia, subrayó que se realizará por "unos métodos democráticos de elección", porque en el PSOE "no se designa como cuando se fue el señor Aznar y designo a Rajoy, afortunadamente".

Menos amables fueron las palabras de Zaplana, quien prefirió no "elogiar" la trayectoria política de un socialista con el que ha tenido "problemas de calado" y "algún rifi-rafe político" o incluso "una agria pelea". Lo que sí dejó claro es que Ibarra es de los que tienen "una idea de socialismo nacional", una clase de político que "está abandonando" el PSOE. "Y los que no, les ponen la mordaza y aguantan cobardemente, desahogándose en el bar o en los pasillos", sentenció, al tiempo que consideró que Ibarra se va "porque sabe que en Extremadura hay un riesgo real de perder las elecciones y no querrá perderlas él".